Una tubería de vapor que explotó bajo la Quinta Avenida en Manhattan el jueves arrojó al aire trozos de asfalto, lanzó un chorro de vapor que alcanzó una altura de varios pisos y obligó a los transeúntes a buscar refugio.
No se reportaron víctimas, pero ConEd, la empresa propietaria d la tubería, advirtió que se tomen precauciones contra la contaminación con amianto .
Los edificios de varias cuadras de la céntrica avenida fueron evacuados por precaución.
La fuga de alta presión fue denunciada alrededor de las 6.40 de la mañana. Dos horas después, el chorro de vapor todavía alcanzaba una altura de 10 pisos.
La televisora WABC informó que saltaron varias tapas de bocas de tormenta entre las calles 19 y 21. Los trenes del metro no se detenían en las estaciones cercanas.
La explosión fue “bastante violenta”, dijo un testigo, Daniel Lizio-Katzen.
“Dejó un gran cráter en medio de la calle”, añadió Lizio-Katzen en declaraciones al diario Daily News. Los autos estacionados en las cercanías quedaron cubiertos de barro.
Los negocios de la zona se aprestaban para lo peor a medida que se prolongaban los trabajos de reparación y la policía impedía el acceso a los edificios cercanos a la explosión.
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