San José. – En el calor de su hogar en compañía de su núcleo familiar —su esposa Diana, sus hijos Esneider, Cirley y Wílder Arley y su nieto Jordan— y con fuertes dolores pulmonares, el colombiano Víctor Escobar Prado conversó esta semana en Colombia con sus parientes más íntimos acerca de que… a la muerte no hay que temerle. Con serenidad, fuerza y resignación, la familia soportó el avance inexorable de los segundos, minutos, horas y días para llegar hoy al instante fatal de la despedida de su esposo, padre y abuelo.
A las 19:00 horas (18:00 en el centro de México) de hoy en un centro de salud de Cali, capital del suroccidental departamento (estado) colombiano de Valle del Cauca, Víctor, de 61 años y víctima de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)) y de otras dolencias, se someterá a la eutanasia tras una prolongada batalla legal.
Víctor se convertirá en el primer paciente al que, sin sufrir una enfermedad terminal pero sí irreversible, se le aplicará ese proceso defendido como muerte con dignidad en Colombia, donde el “homicidio por piedad” fue despenalizado desde 1997.
Leer también: ¿Cuáles son los 7 países del mundo donde la eutanasia es una práctica legal?
Sin descartar que haya una cancelación de último momento, Víctor reactivó una polémica religiosa, médica, humanitaria, jurídica y política sobre las posibilidades de una persona de programar su deceso y evitarse cruzar un martirio de dolores físicos o de luchar sin cesar por preservar la vida... hasta el final.
“Víctor está tranquilo”, narró el abogado colombiano Luis Giraldo, representante legal del paciente, al conversar por teléfono con EL UNIVERSAL desde una tienda de abarrotes de Cali. “Vine a comprarle unas chocolatinas. Víctor amaneció (este jueves) con azúcar bajita”, explicó sobre la atención de los padecimientos diabéticos de su cliente en un día que, como ayer y salvo sorpresas, fue el último completo de su vida.
En la víspera del desenlace, los sufrimientos persistieron. “Tiene dolores muy fuertes, más que todo en sus pulmones. Está acompañado por el núcleo familiar inmediato”, relató Giraldo.
Al mencionar que, casi siempre, el fallecimiento llega en forma repentina, el abogado detalló que, por saber fecha y hora del deceso, Víctor, Diana, Esneider, Cirley, Wílder Arley y Jordan se involucraron en una fase de reconciliación recíproca y en un emotivo tránsito mental para comprender que a la muerte tampoco hay que tenerle miedo.
“La familia está bien en su estado de ánimo, con serenidad y resignación. Lo que pasa es que Víctor es un paciente que tiene muchos dolores. Hago el paralelo entre el dolor que él sufre y la posibilidad de descansar, que es como Víctor ha visto esto. Por eso es que sus familiares están tranquilos, organizando su casa y acomodando todo”, subrayó.
“Víctor está sereno: avanza a una muerte con dignidad para evitar dolores y sufrimientos”, agregó.
Leer también: Aún sin nueva fecha, Martha Sepúlveda mantiene firme su voluntad de aplicarse la eutanasia
Controversia
Calvario
Víctor lleva siete años con EPOC. “Él estaba trabajando y sintió que se estaba ahogando. Se fue para una clínica y desde ese momento quedó como persona oxígeno-dependiente. Trabajaba como conductor de un tractor y se exponía mucho a las altas temperaturas a la intemperie. Estuvo muy expuesto al asbesto y fue fumador. Pero más que todo expuesto al asbesto”, precisó Giraldo.
Un juzgado de Cali ordenó el 9 de diciembre anterior a un comité científico organizar la eutanasia para Víctor con acompañamiento para definir fecha y hora. La Conferencia Episcopal de Colombia rechazó la eutanasia y la calificó como “serio peligro para los más frágiles y vulnerables de nuestra sociedad”.
“El proceso de Víctor se vio envuelto en política y religión. Colombia es un país muy conservador en el Congreso de la República, pero hay una Corte Constitucional muy liberal”, adujo el abogado.
“Víctor ha querido que su muerte sea muy documentada, para que esto sirva para que en posteriores momentos se pueda seguir dando el debate sobre la regulación de la eutanasia para enfermos no terminales”, aseveró, al confirmar que su cliente ofrecerá hoy a las 16:00 horas una conferencia de prensa para despedirse de Colombia.
El más reciente caso de eutanasia en Colombia se registró el 10 de diciembre de 2021 en una cárcel de Bogotá, en el centro del país, con la colombiana Giselle Jaller Jabboul, víctima de un problema de salud que nunca aceptó revelar en público, condenada en 2017 a 11 años de prisión y encarcelada desde 2017 por una multimillonaria estafa contra las Fuerzas Militares de ese país.
El escueto parte del Instituto Penitenciario y Carcelario de Colombia detalló que, en cumplimiento al derecho que les asiste a las personas privadas de la libertad, Giselle logró morir “con dignidad”.
Leer también: Cómo se aprueba o rechaza una petición de eutanasia en Colombia, el único país de AL donde es legal