Colombo.— El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, vetó ayer a las dos organizaciones fundamentalistas a cuyos miembros se les atribuye la responsabilidad de la serie de ataques coordinados del Domingo de Pascua, en el que 253 personas murieron y más de 500 fueron heridas, mientras se informó que redadas dejaron 16 muertos y ya van 100 detenidos.

Sirisena “ha tomado medidas para prohibir las organizaciones National Thawheed Jammath (NTJ) y Jamathei Millathu Ibraheem (JMI) en Sri Lanka”, informó a través de un comunicado la oficina de prensa de la presidencia casi una semana después de cometidos los ataques.

Asimismo, aseguró que en el marco de las regulaciones del estado de emergencia vigente en la isla “se han tomado medidas para prohibir otras organizaciones extremistas que operan en Sri Lanka”.

El National Thowheed Jamath (NTJ) y el Jammiyathul Millathu Ibrahim (JMI) son dos organizaciones extremistas locales a las que las autoridades han atribuido la responsabilidad de la serie de ataques cometidos hace una semana a tres iglesias y tres hoteles de lujo.

Los investigadores han adelantado además sus sospechas de que estos ataques, cometidos por al menos nueve suicidas, haya sido perpetrados en coordinación con el Estado Islámico (EI), que ya ha reivindicado estos atentados.

Una fuente de inteligencia explicó que, de acuerdo con las investigaciones, el NTJ es una organización de unos 40 o 50 miembros, ubicada en el sector de Kaththankudy, en el extremo este de Sri Lanka.

El JMI es una organización que creció con el impulso del Estado Islámico, liderados por Umey Mohamed, que creó un vínculo con un antiguo líder del NTJ. Sirisena indicó ayer que las autoridades tienen “información” sobre la existencia de 130 personas sospechosas de mantener vínculos con esta organización en la isla.

La serie de ataques el domingo perpetrados casi simultáneamente se dieron durante las celebraciones cristianas de Pascua. Horas después de los primeros seis atentados, una séptima detonación tuvo lugar en un pequeño hotel situado a una decena de kilómetros al sur de la capital, y la última en un complejo residencial, también en Colombo.

Desde entonces y a lo largo de toda la semana las fuerzas de seguridad han llevado a cabo redadas y enfrentamientos con sospechosos, uno de ellos acabó tras varias horas con 16 muertos, entre ellos seis suicidas que se inmolaron con sus familias.

Las operaciones policiacas siguieron en cuatro casas presuntamente usadas por los terroristas en los sectores de Samanthurai, Saithamaruthu, Nintavur y Addalachenai. El recuento de arrestos durante la última semana subió a 100 personas, precisaron las autoridades.

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