Nueva York.— Donald Trump tuvo un día complicado. Mientras en la Corte escuchaba al exdirector del National Enquirer, David Pecker, revelar sin empacho cómo el expresidente le pidió pagar para silenciar affaires como el que habría sostenido con la modelo Karen McDougal y la exactriz porno Stormy Daniels, la Corte Suprema se mostraba poco convencida de que Trump sea inmune, como alega, para ser enjuiciado por su rol en el asalto al Capitolio. Al mismo tiempo, una juez le daba un severo golpe, al mantener el pago por 83.3 millones de dólares que debe hacer a la escritora E. Jean Carroll por difamación, negando a Trump la posibilidad de un nuevo juicio.
“Quería proteger a mi empresa, a mí mismo y también a Donald Trump”, expresó Pecker, quien fuera ejecutivo del conglomerado mediático America Media Inc. y que acude al tribunal como testigo.
Con la ayuda de Pecker y de su exabogado Michael Cohen, Trump está acusado de la falsificación de registros contables para sufragar una “trama criminal”, según la Fiscalía, que habría comprado el silencio de la actriz porno Stormy Daniels, además del de la modelo Karen McDougal, evitando que salieran a la luz sus supuestas aventuras amorosas con él.
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El trato (una práctica conocida como catch and kill) consistía en adquirir los derechos de estas historias supuestamente para ser publicadas en dicho semanario, pero con el fin real de dejarlas “olvidadas” en un cajón. Algo que Pecker reconoció haber hecho en el caso de McDougal, con el pago de 150 mil dólares que luego debían serle reembolsados por la Organización Trump, pero no en el caso de Daniels.
“El jefe [Trump, según Pecker] se va a poner muy nervioso, me dijo Cohen (...) Presupuse que esta preocupación se debía a su impacto en la campaña”, recordó el magnate de los medios, que dijo haberse negado a comprar la exclusiva de la actriz porno porque no quería que esta afectara a “la reputación” del tabloide. Decenas de facturas, cheques, cartas o correos electrónicos fueron sacados a colación por la Fiscalía mientras el exmandatario Trump permanecía impasible desde el banquillo de los acusados.
Pecker mencionó diferentes llamadas con Trump durante 2016 en las que su ánimo fue variando a medida que medios como The Wall Street Journal o The New York Post se enteraron del acuerdo que el expresidente tenía con The National Enquirer. “Me llamó muy disgustado preguntando cómo había podido pasar y diciendo que pensaba que lo tenía todo bajo control. Esa llamada terminó sin que se despidiera”, detalló. No obstante, Pecker declaró que pese a que no mantienen contacto desde 2019 aún considera a Trump “alguien cercano”. “Sigo considerándolo un amigo”, dijo.
Más tarde, la defensa del expresidente cuestionó la posición de Pecker. “La relación que tuvo con el presidente Trump era una relación mutuamente beneficiosa. ¿Usted tenía relaciones similares con otras celebridades?”, volvió a la carga Emil Bove, y Pecker contestó nuevamente: “Sí”. Pecker confirmó que estuvo informando a Trump sobre posibles historias negativas que iban saliendo en su contra durante unos 17 años antes de las elecciones. “Es justo decir que eso fue mucho antes de esa reunión en la Torre Trump en agosto de 2015”, aseveró Bove.
También ayer un juez federal de Nueva York rechazó el recurso del expresidente para evitar la multa de más de 83 millones de dólares que está obligado a pagar por difamar a la escritora E. Jean Carroll. Trump había pagado una fianza de unos 91 millones para apelar la sentencia del juicio civil por difamación, determinado por un jurado, y pedir que se repitiera el proceso, pero el juez Lewis Kaplan denegó la moción al considerarla “sin mérito”.
El dictamen de Kaplan supone otro revés para Trump y sus finanzas: afronta otra cuantiosa multa por el juicio por fraude contra su empresa, gastos para pagar la defensa de sus varios procesos en marcha y venideros, más los costes de su campaña presidencial. Mientras, la Corte Suprema de EU se mostró escéptica sobre la inmunidad presidencial absoluta que reclama Trump, aunque parece dispuesta a emitir un fallo que retrasaría aún más el juicio del republicano por presunta interferencia electoral. Al aceptar a trámite el caso, la Corte Suprema ya retrasó el comienzo de un juicio en el que se acusa a Trump de conspirar para alterar los resultados de las elecciones de 2020.