El gobierno colombiano reveló este miércoles su mediación para lograr que Venezuela otorgue salvoconductos a los opositores refugiados en la embajada argentina en Caracas, así como las exigencias a cambio del régimen de Nicolás Maduro.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, informó que Bogotá se ofreció para asumir la custodia de la sede diplomática argentina -ahora bajo resguardo de Brasil- y también medió para que se entregaran los salvoconductos a los opositores, quienes tienen una orden de captura por parte del gobierno venezolano.
“Yo fui a Brasil personalmente, por instrucción del presidente colombiano, Gustavo Petro, y después fui a Ecuador porque logramos en nuestra conversación con el Gobierno de Venezuela que se dieran los salvoconductos a estas seis personas, y ellos pedían que Argentina liberara a una persona muy cercana al Gobierno de Venezuela y que también se le diera salvoconducto a Jorge Glas en Ecuador”, explicó Murillo, en declaraciones citadas por el diario colombiano El Tiempo.
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Así, Maduro condicionó la entrega de salvoconductos a los opositores venezolanos a que se libere a una persona cercana a su gobierno y que está presa en Argentina. La identidad de dicha persona no fue revelada.
No fue el único requisito. Maduro también exigió un salvoconducto para el expresidente correísta Jorge Glas, preso en Ecuador luego de ser sacado a la fuerza de la embajada de México en ese país. Sin embargo, la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, dijo este miércoles que rechazaron dicho pedido.
"Cuando se nos hizo esta propuesta, por supuesto, el señor presidente (Daniel Noboa) dio una directriz muy clara: aquí no estamos a favor de la impunidad, aquí no vamos a favor de la corrupción y aquí no somos aliados del régimen de (Nicolás) Maduro", señaló Sommerfeld en una entrevista con radio Democracia.
Los opositores venezolanos refugiados en la embajada argentina denuncian acoso por parte del régimen de Maduro; señalan que desde hace casi un mes no cuentan con servicio eléctrico, tampoco agua corriente y se les están agotando los suministros de comida.
Las relaciones entre Venezuela y Argentina se complicaron más luego de que el gobierno de Maduro informara de la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo, a quien el ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, acusó de ser un espía y parte de un plan para atacar a Caracas.
El canciller venezolano, Yván Gil, informó el martes que Gallo está siendo procesado por un supuesto “plan terrorista”.
Argentina defiende que el agente viajó al país caribeño para reunirse con su esposa, Alejandra Gómez, quien es venezolana, y la hija de ambos, quienes tienen varios meses residiendo en el país caribeño.
"Una persona fue detenida. Te metes en su Instagram, viaja por todo el mundo, pero su sueldo es de 500 dólares. ¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea? Eso no lo dicen (...) Todos ponen una fachada. 'Tenía su novia'. Todos ponen esa excusa (…) El que viene a conspirar, que asuma su responsabilidad", insistió Cabello.
Además, la Cancillería venezolana acusó al gobierno del presidente argentino Javier Milei de estar detrás de un plan para atacar a Maduro.
Según Gil, tanto Milei como la ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, fueron “descubiertos” tratando de “introducir elementos violentos” a Venezuela.
Milei exigió la “inmediata liberación” de Gallo. “Agotaremos todas las vías diplomáticas para devolverlo sano y salvo a la Argentina", dijo.
Bullrich calificó la detención como "un acto casi de guerra".
La crisis bilateral amenaza con agravar más la situación para los opositores venezolanos refugiados. Redacción y agencias
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