El gobierno venezolano rechazó la reunión que sostuvieron en Madrid el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y calificó el encuentro de un “acto inamistoso” contra Venezuela.
El país sudamericano rechaza las acciones Rajoy, tras recibir a Ledezma, prófugo de la justicia venezolana enjuiciado por los delitos de conspiración y asociación para delinquir, indicó en Twitter el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
Consideró que el apoyo del gobierno español a Ledezma “no es más que la continuación de una larga lista de agresiones e injerencias que se cometen contra el pueblo y el gobierno bolivariano”.
Arreaza agregó: “Rajoy insiste, violando todos los principios del derecho internacional, en dar protección y apoyo sostenido a un grupo extremista de la oposición violenta venezolana, quienes violan todos los principios democráticos y han promovido la desestabilización del gobierno de Maduro”.
Ledezma llegó el sábado a Madrid en un vuelo procedente de Bogotá, Colombia, país al que huyó tras fugarse el viernes de Venezuela, donde permanecía en arresto domiciliario desde 2015.
Ledezma, al pisar suelo español, dijo “sentirse libre” e indicó que dejó un país “sometido con la violencia del poder” del que salió “con el alma desgarrada” porque “jamás pensé que tendría que emigrar”, según Deutsche Welle.
En tanto, tras la fuga de Ledezma, las autoridades venezolanas reforzaron la vigilancia del comisario Iván Simonovis, bajo arresto domiciliario desde 2014.
Bony Pertíñez, esposa del comisario de la extinta Policía Metropolitana de Caracas, publicó en Instagram un video que muestra el momento en el que dos sujetos instalan un geolocalizador en una pierna a Simonovis, “sin orden del Tribunal de ejecución”.
Simonovis es considerado, al igual que otro 300 venezolanos, un “preso político”, según la organización de Derechos Humanos Foro Penal.