San José.- Una alerta que Venezuela lanzó varias veces este mes acerca de que las convulsiones socioeconómicas en varios países de América Latina y el Caribe son apenas unas “brisas bolivarianas” y el preámbulo del “huracán” revolucionario continental que “no lo detiene absolutamente nadie” retumbó en las cancillerías latinoamericanas y caribeñas, y en Washington.
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, acusó desde la capital estadounidense a Cuba y a Venezuela de alentar los conflictos de este mes en Ecuador y Chile.
“Las actuales corrientes de desestabilización de los sistemas políticos del continente tienen su origen en la estrategia de las dictaduras bolivariana y cubana”, aseguró en un comunicado el 16 de octubre.
Ambos gobiernos “buscan nuevamente reposicionarse, no a través de un proceso de reinstitucionalización y redemocratización, sino a través de su vieja metodología de exportar polarización y malas prácticas, pero esencialmente financiar, apoyar y promover conflictos políticos y sociales”, alegó.
“Lo que viene ahora es el huracán”
“Lo que está pasando” con las crisis en Perú, Chile, Argentina, Honduras y Ecuador “es apenas la brisita. Lo que viene ahora es el huracán”, presagió Diosdado Cabello, presidente de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente y número dos del régimen venezolano, al aducir que “es imposible” que Colombia y Brasil sigan inmunes al fenómeno, porque “van a reventar (...) tienen una sobredosis de neoliberalismo y eso no lo aguanta nadie”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, deslizó luego un misterioso aviso con la izquierda de América Latina y el Caribe como destinataria y aglutinada en el Foro de Sao Paulo, bloque regional de partidos comunistas, socialistas e izquierdistas. Al foro “le puedo decir, desde Venezuela: estamos cumpliendo el plan, va como lo hicimos, va perfecto, ustedes me entienden”, anunció en Caracas. El periódico Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, reforzó esta semana la predicción de Venezuela, principal socio de La Habana, y auguró que “llegó la hora al oasis chileno”. “Candela en el oasis de Chile”, recalcó.
¿Fueron gestadas las revueltas desde La Habana y Caracas? Los expertos no lo ven así. “No es que exista una mano negra radical de izquierda en América Latina que esté dirigiendo y orquestando esto, pero sí aprovechándose de esta circunstancia”, dijo el analista político y periodista peruano César Campos. “De hecho, lo manifestado por Cabello, primero de la brisita bolivariana y luego del huracán, tiene mucho sentido”, señaló a EL UNIVERSAL.
“El activismo de la izquierda radical y comunista en América Latina nunca jamás va a dejar de estar presente en la vida política regional”, alegó.
“Indignación generalizada”
A juicio del politólogo costarricense Claudio Alpízar, director del (no estatal) ENCO Comunicación y Asesoría Política, de esta ciudad, en América Latina y el Caribe “estamos viviendo una coyuntura que la quieren aprovechar algunos grupos radicales y es sobre la que se quieren montar Cabello y algunos otros. Cabello es como una mosca hablando de sanidad.
“Esos levantamientos no tienen que ver con ideologías. Es indignación generalizada que va mucho más allá de pensar que son movimientos ideológicos comunistas. Es indignación ciudadana y aparecen grupos interesados en desestabilizar la zona con una visión ideológica retrógrada con viejos pensamientos de una izquierda que ya demostró su fracaso”, afirmó.