San José. – Un tipo de sufragio será crucial mañana para definir al próximo presidente de Colombia: el voto “anti—Petro”.
Como aspirante presidencial por el opositor Pacto Histórico, Gustavo Petro ganó la primera ronda con 8 millones 541 mil 617 votos que equivalieron al 40.34% de los sufragios válidos y avanzó a la segunda y definitiva vuelta de los comicios presidenciales.
El centroderechista Rodolfo Hernández, de la opositora Liga de Gobernantes Anticorrupción, quedó segundo con 5 millones 965 mil 335 votos o 28.17% y pasó con Petro a la contienda de mañana.
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Para vencer en la primera, que se realizó el 29 de mayo anterior, se requería más del 50% de los votos válidos. Para triunfar en segunda se necesitará mayoría simple.
Con un padrón de 39 millones 2 mil 239 colombianos, el abstencionismo en primera llegó al 45.02%: votaron 21 millones 627 mil 369 personas, con 21 millones 173 mil 157 votos válidos y el resto en blanco, nulos o tarjetas no marcados, según el recuento oficial.
En primera, Petro y Hernández captaron 14 millones 506 mil 952 sufragios o 68.51% de los válidos.
“El votante de Hernández será anti—Petro y anti—Uribe”, afirmó la colombiana Laura Herrera, analista y consultora independiente en comunicación política. Herrera mencionó al controversial dirigente derechista Álvaro Uribe, presidente de Colombia de 2002 a 2010 y figura referente de la política de ese país de los últimos 20 años.
Para la campaña de 2018, Uribe lanzó al centroderechista Iván Duque, del partido Centro Democrático. Duque ganó y el próximo 7 de agosto entregará el poder a Petro o a Hernández para que gobierne por cuatro años.
En 2010, Uribe impulsó a la presidencia al centroderechista Juan Manuel Santos, gobernante de 2010 a 2018, pero ambos se distanciaron.
Inconformes
Sin descartar sorpresas en un volátil escenario y con el “uribismo” cerca de su final, Hernández captaría el masivo voto de inconformes con la desprestigiada clase política tradicional colombiana—de la que el expresidente es personaje emblemático—y también el de rechazo a Petro y sus planes izquierdistas.
Analistas políticos colombianos
coincidieron en que el voto “antipetrista” será decisivo y aclararon que tampoco serán sufragios por Hernández y sus propuestas sino contra Petro.
“Es una elección muy reñida. No se sabe qué va a pasar. Las últimas encuestas antes de la veda electoral (que empezó el 12 de junio) dieron empate técnico. Será quizás la elección más difícil en los últimos 60 años, por lo reñida y compleja y por el cambio ideológico que va a haber”, explicó Herrera a EL UNIVERSAL.
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“Hay un enfrentamiento ideológico entre los candidatos y sus seguidores. Por primera vez Colombia tiene una alta posibilidad de dar un giro ideológico (a la izquierda) en cuanto a la manera en que se ejecutan y direccionan los programas de gobierno. Petro tiene altísimas posibilidades de ser el presidente de Colombia”, agregó.
A diferencia de otras contiendas, Colombia se enfrenta a un peligro: que el candidato derrotado se niegue a reconocer la victoria de su adversario.
Herrera relató que por “el contexto tan polarizado que vive Colombia, otro de los valores de lo que se está jugando Colombia es la aceptación de los candidatos de quien gana las elecciones. Estamos ante un riesgo de que alguno de ellos dos no acepte el resultado y se forme una desorganización civil”.
“Es un riesgo muy grande que corre Colombia, por el escenario tan polarizado. Estamos tan polarizados que será difícil lograr consensos para la gobernabilidad. A cualquiera de los dos le quedará muy difícil gobernar. Ojalá no haya desorden civil o alteración del orden público por el resultado”, advirtió.
Una conmoción civil agravaría el panorama de un país que hace menos de seis años—diciembre de 2016—puso en vigor un pacto de paz que el gobierno colombiano y la ahora disuelta guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron para poner fin a más de 52 años de guerra.
Con tropiezos, la paz avanza y retrocede y el político que tomará el timón del Palacio de Nariño, sede de la presidencia, será esencial para la pacificación.
La juventud
Otro voto crucial será el de los jóvenes, victimas principales de los conflictos armados de Colombia y de más de 74 años de la violencia de guerrillas izquierdistas, paramilitares derechistas y narcotráfico y otras modalidades del crimen organizado. Las inquietudes juveniles en Colombia se enfocan en hambre, empleo, pobreza, educación y masacres de líderes sociales.
Cifras del (estatal) Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE) mostraron que, en un país con unos 48,2 millones de habitantes, el 25.1% de las colombianas y el 26.9% de los colombianos tienen de 15 a 29 años y engrosan un rango de edad en el que hay mayor número de habitantes. El derecho al voto se ejerce a partir de 18 años.
Al aclarar que “es muy difícil saber cómo será el voto joven porque no tenemos estadísticas electorales por edad ni género, solo por lugar de votación”, el economista colombiano Jorge Restrepo, director del (no estatal) Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, de Bogotá, previó que los jóvenes apoyarían a Petro.
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La “intención de voto en las encuestas” exhibió que el sufragio joven “favorecería” a Petro, relató Restrepo a este diario.
“Petro recoge muy bien la expresión del descontento ciudadano, de cansancio con el sistema político, con liderazgos tradicionales en esos partidos, el gobierno y el Congreso. Muchísimo más que Hernández, no solo por edad sino por la cercanía ideológica de Hernández con posturas de la política tradicional y es mucho más lejano a los jóvenes”, planteó.
Aunque anunció que romperá con las viejas castas, Hernández, de 77, parece más proclive que Petro, de 62, a la política tradicional.
“Si los jóvenes salen a votar, es muy probable que Petro tenga una ventaja competitiva ante Hernández y gane. Pero eso es condicional a que los jóvenes salgan a votar. Este fin de semana es puente festivo. El lunes es festivo (por Corpus Cristi) en Colombia y muchas personas salen” a pasear y se alejan del lugar donde votan, destacó.
“Si Petro logra que los jóvenes participen … tendría una gran posibilidad de ganar”, anticipó.
Los votos “anti—Petro”, “anti—Uribe” y juveniles marcarán la batalla en las urnas de Colombia.
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