Miami.— A pesar de los reiterados comentarios del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en referencia a que la reunión con altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos es algo casi rutinario y rechaza que estuvieran en calidad de urgente, en fechas en medio de la Navidad y el Año Nuevo, a presionar para un mayor y mejor control de los migrantes que pasan por territorio mexicano; la realidad lo supera y sus imprecisiones chocan con la presencia de los altos funcionarios estadounidenses, de acuerdo con analistas.
“Mira quiénes vinieron, la plana mayor del gobierno de Joe Biden; en medio de las fiestas de Fin de Año, quien diga que esto es normal definitivamente no entiende lo que está pasando”, señala Guillermo Alberto Hidalgo, especialista en seguridad binacional y analista político, a EL UNIVERSAL.
Esta reunión estuvo encabezada del lado de Estados Unidos por el secretario de Estado, Antony Blinken; acompañado del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la asesora en seguridad de la presidencia de EU, Elizabeth Sherwood-Randall, entre otros.
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“Hablemos con la verdad. Definitivamente se trató de un encuentro no muy amigable donde el gobierno de Estados Unidos comenzó a meter más presión a una administración federal [mexicana] que no ha cumplido con los compromisos antes pactados. El desdén por los compromisos adquiridos, así como de la crisis que en materia migratoria y de seguridad que se tiene en México es insostenible”, asegura Hidalgo.
Más allá del optimismo de la canciller mexicana Alicia Bárcena, respecto a que fue una excelente reunión donde acordaron crear un equipo de trabajo conjunto: “¿Qué esto no lo habíamos escuchado ya de Marcelo Ebrard [excanciller mexicano] cuando él y López Obrador informaron a los mexicanos que mensualmente se reunirían para revisar los temas de migración, seguridad y narcotráfico? ¿Qué cambió ahora? Nada, así de simple, no ha cambiado nada”, expresa.
“La plana mayor de Estados Unidos que se reunió con AMLO y su séquito de funcionarios [mexicanos] vino porque está en juego el apoyo económico que Biden quiere seguir dando a Ucrania y a Israel, y que los republicanos condicionaron la aprobación en el Congreso [estadounidense] siempre que presionara las regulaciones migratorias en la frontera y México se aplicara para detener a los migrantes. De eso se trata este viaje y no vienen a negociar, vienen a ordenar y a advertir de las consecuencias contra México si no hacen lo que ellos piden”, asegura el especialista.
Estados Unidos puede amenazar a México con redireccionar los apoyos logísticos y económicos que brinda en rubros como seguridad y migración, también pueden poner aranceles, de la misma manera que Donald Trump demostró que funciona, dice Hidalgo.
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“Que Alicia Bárcena deje de decir que los representantes del presidente Joe Biden vinieron el 27 de diciembre invitados por López Obrador y que felices aceptaron y vinieron corriendo”, dice Hidalgo. “Créeme que la Cuarta Transformación sufrirá las consecuencias si ellos [los demócratas y Biden] sienten que por culpa de López Obrador el Partido Demócrata y las elecciones presidenciales [estadounidenses] se ven afectadas en su contra”, sentencia.
“El gobierno norteamericano puede acelerar su muy eficiente maquinaria propagandística que siempre le ha caracterizado para castigar de alguna forma el proyecto de la Cuarta Transformación que encabeza AMLO; sin dejar de largo sanciones en materia económica o reducciones de las ayudas en materia de seguridad que a través del Acuerdo Bicentenario llegan a México lo que perjudicaría, en primera instancia, a una sociedad mexicana desesperada por un poco de paz y seguridad. Pero en segunda instancia, pondría en duda si la continuidad con la ahora candidata Claudia Sheinbaum es el camino que el país debe seguir”, subraya.
“Por si todo esto no fuera ya, en sí mismo, una situación de corte humanitario, económico y social con una muy compleja atención; se suma también de manera alarmante para Estados Unidos una migración de la que casi no se habla, la migración del terrorismo la cual ha aumentado de forma considerable”, asegura Hidalgo, quien ha recibido entrenamientos especiales en las instalaciones del Buró de Investigaciones Federales (FBI, por sus siglas en inglés).