San José.– Aunque las sorpresas podrían surgir y alterar la batalla electoral por la presidencia de con un estrecho cierre en sus últimos tramos, el banquero derechista Guillermo Lasso aparenta salir mañana como favorito para vencer al economista izquierdista Andrés Arauz en la segunda y definitiva ronda de los comicios presidenciales ecuatorianos.

Los casi 13,1 millones de electores ecuatorianos adoptarán una de sus más importantes decisiones del siglo XXI: votarán cercados por un interminable azote socioeconómico agudizado por el coronavirus y hastiados de la avalancha de promesas sin cumplir en su todavía joven tránsito de casi 42 años por la democracia que se instaló en 1979, luego de más de 170 años de turbulencia y dictaduras cívicas y militares.

¿Regresarán con Arauz a las fuerzas de izquierda, que gobernaron con Rafael Correa de 2007 a 2017, o con Lasso a las de derecha o centro—izquierda, que condujeron a Ecuador de 1979 a 2007?

“En la segunda los dos candidatos se fueron al centro político”, dijo el historiador y urbanista ecuatoriano Fernando Carrión, académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), ente no gubernamental autónomo.

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“Esto permitiría pensar que, en el ejercicio de gobierno de cualquiera de los dos, si bien ofrecen dos sociedades totalmente distintas, no van a estar tan al extremo como ofrecieron en primera”, el 7 de febrero anterior, explicó Carrión a EL UNIVERSAL.

“La primera ratificó la polarización política. Arauz obtuvo el 32% y Lasso el 19%. El 51% siguió la polarización, pero en la segunda la otra mitad no entró en esa lógica y ambos candidatos tuvieron que cambiar sus estrategias totalmente”, relató.

Por un lado, Arauz, de 36 años, de la coalición opositora Unión por la Esperanza (UNES), se distanció de Correa para despojarse del fantasma de que sería una marioneta al servicio del ex presidente izquierdista.

La imagen del exgobernante quedó deteriorada tras ser condenado en 2020 a ocho años de cárcel por recibir presuntos sobornos de 2012 a 2016. Correa negó los cargos, pero perdió sus derechos políticos por ocho años y se le inhabilitó en forma definitiva a aspirar a puestos de elección popular.

Por el otro, Lasso, de 65, de la Alianza Creo—Partido Social Cristiano y colocado por los estudios de opinión pública a la cabeza de las preferencias de los votantes, se alejó de un personaje crucial de la política derechista ecuatoriana: Jaime Nebot, dos veces candidato a la presidencia, veterano ex congresista, ex gobernador y alcalde, de 2000 a 2019, de Guayaquil, la segunda principal ciudad de Ecuador.

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Carrión recordó que, tras la primera ronda, Arauz se acercó al Fondo Monetario Internacional (FMI), en un mensaje tranquilizador a sectores indecisos ecuatorianos acerca de que su política económica tampoco seguiría el radicalismo socialista de Cuba y Venezuela, cuyos gobiernos son aliados de Correa.

Lasso, inmerso en su tercera carrera por la presidencia, acudió a una menor confrontación en respeto a derechos civiles y de género o en rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo.

Ambos coincidieron en preservar la dolarización, que empezó en enero de 2000.

Mapa. Ninguno de los 16 aspirantes en primera vuelta logró más del 50% de los sufragios o al menos del 40% con ventaja mínima de 10% sobre el segundo.

Para triunfar mañana, los dos que recibieron más votos en febrero pelearán por mayoría simple de votos para asumir el próximo 24 de mayo y gobernar por cuatro años un país de 17,4 millones de habitantes acorralado por la mezcla de azote socioeconómico, añeja corrupción, potente narcotráfico e incontrolable Covid—19.

Por golpe indirecto de la emergencia sanitaria, Ecuador pasó de unos 6 millones de pobres en 2019 a unos 9 millones al cierre de 2020, que registró una severa contracción de menos 7,8% del Producto Interno Bruto (PIB), precisaron cifras actualizadas. El FMI anunció el 6 de este mes que la previsión de crecimiento del PIB de Ecuador en 2021 bajó de 4,8% a 2,5%.

“La crisis es de las más hondas y las dificultades son enormes. Se requiere gran unidad”, narró el médico ecuatoriano en retiro Francisco Huerta, subdirector del periódico Expreso, de Guayaquil, y coordinador del (no estatal) Frente Cívico Ecuatoriano.

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 “Si gana, Lasso no puede gobernar con su manera de percibir la vida. Debe respetar las libertades, entender que gobernará para todos y evitar medidas que perjudican a los más pobres, que ya tienen gran angustia. Con Arauz, el futuro de Ecuador estaría en muy malas manos”, afirmó Huerta a este diario.

Ecuador pasó de un acumulado de 46 mil 356 enfermos del virus y 3 mil 8 74 decesos al 13 de junio a 341 mil 619 pacientes y 17 mil 115 fallecidos para ayer, según recuentos oficiales.

“La vacunación es escandalosamente lenta y eso determina todo tipo de injusticias”, reprochó Huerta.

Un programa de datos de la (no estatal) Universidad de Oxford, Reino Unido, así lo comprobó: apenas 2,02 dosis por cada 100 habitantes del 21 de enero al 6 de abril.