Quito.— Ante la insistencia del gobierno de Ecuador de mantener el ajuste económico, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) llamó a “radicalizar las acciones” mediante bloqueos de vías y las tomas de edificios públicos.
“Nada de diálogo con un gobierno asesino”, señaló en un comunicado firmado por su presidente, Jaime Vargas, con lo que dio un portazo al diálogo abierto con las autoridades para resolver la crisis.
En el comunicado dijo que la lucha seguirá hasta que “el FMI [Fondo Monetario Internacional] salga de Ecuador”. También pidieron al ejército que retire su apoyo al presidente Lenín Moreno.
Los indígenas exigen que se reviertan las medidas económicas del gobierno, incluido un incremento en el precio de los combustibles, las cuales fueron acordadas por la administración de Moreno con el FMI.
Libertad. Al caer la noche, la Conaie liberó a ocho policías y un agente que fueron retenidos todo el día. Los liberados fueron recibidos por representantes de Naciones Unidas. Previamente los obligaron a cargar el ataúd de un indígena fallecido durante las protestas en la Casa de la Cultura, donde están concentrados miles de indígenas.
Además del líder indígena, cuatro personas han muerto en Ecuador durante las protestas contra el gobierno iniciadas hace una semana, según informó este jueves la Defensoría del Pueblo.
No obstante, las autoridades aseguraron que sólo tienen registradas a dos personas fallecidas en accidentes y no como resultado de los enfrentamientos.
Además, se anunció la detención de al menos 17 personas, la mayoría venezolanos, a quienes encontraron “información sobre la movilización del presidente y el vicepresidente”, según lo que tuiteó la ministra ecuatoriana del Interior, Maria Paulo Romo.
El gobierno del presidente Lenín Moreno responsabiliza al exmandatario Rafael Correa y al gobernante venezolano, Nicolás Maduro, de estar detrás de las protestas.
Maduro rechaza participación en movilizaciones. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este jueves que las movilizaciones que se registran desde la semana pasada en Ecuador son una “insurrección popular” en contra de las medidas económicas promovidas por el FMI y rechazó nexos de su gobierno con las manifestaciones.