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Teherán.— Al menos 208 personas han muerto durante la represión por parte de las autoridades de las protestas iniciadas el pasado 15 de noviembre en Irán, informó la organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI).
En un comunicado, AI, con sede en Londres, precisó que ha obtenido esa cifra de “informes creíbles” de sus fuentes, si bien la cantidad total de víctimas “es probable que sea mayor”, especialmente en la ciudad de Shahriar, provincia de Teherán.
“Este alarmante número de muertes es una prueba más de que las fuerzas de seguridad de Irán se embarcaron en una horrible matanza, que ha dejado al menos 208 muertos en menos de una semana”, sostiene la organización, que acusa a las autoridades iraníes de “desprecio por la vida humana”.
En la nota, la vocera para Medio Oriente y el Norte de África, Philip Luther, instó a la comunidad internacional a asegurarse de que rindan cuentas los responsables de la “sangrienta represión”, ante la aparente incapacidad del gobierno de Teherán para hacer una investigación “imparcial e independiente”.
El presidente del Parlamento iraní, Alí Lariyaní, se negó este domingo a dar la cifra de víctimas registradas en las protestas, de cuya instigación el gobierno acusa a países como Estados Unidos y a grupos opositores en el exilio.
Las protestas comenzaron tras la decisión gubernamental de subir el precio de la gasolina entre 50% y 300% y derivaron pronto en disturbios y fuertes críticas al régimen teocrático del país.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que el rechazo al régimen clerical de Teherán fue le factor que impulsó las manifestaciones, principalmente en Irak, Líbano e Irán.
Pompeo señaló con el dedo a Irán, considerado un archienemigo por la administración del presidente Donald Trump: “Quieren a [el grupo chiita libanés] Hezbolá e Irán fuera de su país, fuera de su sistema como una fuerza violenta y represiva”, dijo en la Universidad de Louisville.
El primer ministro iraquí, Adel Abdel-Mahdi, renunció “porque la gente exigía libertad y las fuerzas de seguridad habían matado a docenas y docenas de personas. Eso se debe en gran parte a la influencia iraní”, aseveró el funcionario encargado de la diplomacia estadounidense.