Londres
.- Demandas por doquier y a casi cualquier precio, ¿puede el mercado de las vacunas convertirse en la gallina de los huevos de oro para sus productores? y ¿qué consecuencias tendrá la pandemia en el sector farmacéutico?
La empresa estadounidense Pfizer anunció que solo en lo que del año 2021 las ventas de su vacuna contra el Covid-19 , desarrollada junto a la sociedad alemana BioNTech, se sitúan en 15 mil millones de dólares.
Si se suman las otras vacunas contra el coronavirus , “el mercado podría tener resultados de 30 a 40 mil millones de dólares este año”, afirma a la AFP Loïc Chabanier, de la consultora Ernest & Young. Un volumen de ventas anual mayor que el del conjuro de las demás vacunas.
La venta a la Unión Europea de 160 millones de vacunas de Moderna a 18 dólares la dosis (como reveló accidentalmente en Twitter la responsable de economía belga), representa para la firma estadounidense un beneficio hipotético de 3 mil millones de dólares.
No obstante, los especialistas consideran difícil determinar el margen de ganancia para los laboratorios, ya que los precios de una vacuna varían mucho de una empresa a otra, así como la tecnología y la estrategia utilizadas.
La anglo-sueca AstraZeneca anunció que mientras dure la pandemia venderá sus dosis a precio de fabricación, 2.16 dólares la unidad.
En cualquier caso, la pandemia ha hecho saltar por los aires el modelo económico tradicional, considera Loïc Chabanier. “Al principio, las vacunas son poco rentables, el beneficio se logra a largo plazo. Pero ahora son rentables desde el primer momento”, por la fuerte demanda, explica.
Pfizer, por su parte, espera conseguir un margen antes de impuestos de entre 25% y 30% .
Aunque los especialistas resaltan igualmente los riesgos que asumieron estos laboratorios al desarrollar las vacunas.
“Invirtieron sin saber con lo que se iban a encontrar. Muchos candidatos a conseguir la vacuna abandonan en esta primera fase”, explica Christelle Cottenceau, directora de la consultora francesa Alcimed.
“Pfizer invirtió cerca de dos mil millones de dólares en su investigación, aunque van a recuperarlos rápido”, comenta Cottenceau.
Los primeros laboratorios en conseguir la vacuna logran una posición privilegiada en el mercado porque consiguen pedidos inmensos.
Lee también:
Vacuna rusa Sputnik V es eficaz contra cepa británica del Covid, dice regulador ruso
Pero eso no significa que no haya sitio para los demás. ¿Qué ocurriría si el Covid-19 se convierte en una nueva gripe? ¿Si hubiera que vacunar todos los años de cada variante?
“Dadas las dimensiones y el impacto global de la pandemia, hay sitio para unos cuantos actores”, afirma Loïc Chabanier.
“Los que lleguen después tendrán una ventaja logística”, piensa Jean-Jacques Le Fur, analista de Bryan, Garnier & Co.
Según una estimación reciente de GlobalData, las ventas de la vacuna de Pfizer/BioNTech podrían incluso bajar un 80% el año que viene por la efectividad de otras vacunas.
Una buena noticia para Christelle Cottenceau: “Mantiene el nivel de competencia”.
El Covid-19 podría, según los especialistas, poner las cartas boca arriba en un sector muy cerrado como el de las vacunas.
Cuatro mastodontes concentran 90% de esta industria, según EvaluatePharma: las estadounidenses Pfizer y Merck, la británica GSK y la francesa Sanofi.
Pero con la llegada de las vacunas de ARN mensajero (la innovadora tecnología desarrollada por Moderna y Pfizer) “cambiará probablemente parte de la situación”, según Chabanier.
“Podemos imaginar incluso una combinación de vacunas de la gripe y del coronavirus”, prevé Le Fur.
El pastel a repartir con las nuevas vacunas puede ser la puerta de entrada para actores de la biotecnología, como los rusos y los chinos, que tanto han dado que hablar en los últimos meses.
agv