Un placebo es aquella sustancia o procedimiento que carece de actividad específica objetiva contra una enfermedad o contra la condición en la que se emplea, explica el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) en su página oficial.
“Los placebos incluyen varios tipos de sustancias inertes (que pueden ser ingeridas, inyectadas, inhaladas o aplicadas en la superficie externa del cuerpo) y procedimientos inactivos (cirugías simuladas, intervenciones psicológicas, etcétera)”, detalla el INCMNSZ .
Los placebos se utilizan para medir los efectos benéficos y/o adversos de nuevos tratamientos y para evaluar la efectividad y la seguridad de nuevos medicamentos .
Principalmente, los placebos se utilizan durante un tipo de investigación científica médica denominada “ ensayo clínico controlado con asignación aleatoria doble ciego ” en el que se comparan los datos observados entre un grupo de personas que recibe el fármaco experimental en cuestión y un segundo grupo que recibe el placebo .
“El término ‘doble ciego’ se refiere a que tanto el individuo participante en la investigación así como el médico investigador que lo atiende desconocen si aquel recibe el medicamento experimental o el placebo; para conseguir el doble ciego, el fármaco de investigación y el placebo deben ser idénticos visualmente. Este forma de actuar es necesaria para evitar que los estudios tengan ‘sesgos’ o ‘errores’ o puedan ser tendenciosos hacia los medicamentos nuevos que se experimentan” concluye el INCMNSZ.
Después de la administración de una sustancia farmacológicamente inactiva puede surgir un efecto placebo.
El efecto placebo es aquel efecto clínico beneficioso o adverso no explicable que se manifiesta a través de mecanismos físicos, biológicos, farmacológicos o terapéuticos conocidos después de la administración de un placebo, explica el Glosario de Medicamentos: Desarrollo, Evaluacion y Uso .
Después de la administración de una sustancia farmacológicamente inactiva también puede surgir un efecto nocebo que se caracteriza por la manifestación de posibles efectos secundarios en el paciente porque cree que pueden ocurrir.
“Por ejemplo, en un ensayo clínico , los pacientes que no reciben un tratamiento activo pero que se les informa sobre los posibles efectos secundarios del tratamiento activo, a veces tienen los mismos efectos secundarios que los pacientes que reciben el tratamiento activo solo porque esperan tenerlos” explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos en su página oficial.
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