Bruselas.— La Unión Europea (UE) concluyó la cumbre de dos días consiguiendo lo que tanto quería, alinear a los socios de América Latina frente a la guerra contra Ucrania.
Sólo el gobierno de Nicaragua se negó a respaldar el punto político más espinoso de la primera reunión celebrada entre ambos bloques desde 2015. Si bien en el posicionamiento político no hubo mención a Rusia ni se condenó la invasión, Bruselas sí arrancó una declaración común en la que América Latina por vez primera cierra filas con la UE frente al conflicto bélico.
“Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que sigue causando un inmenso sufrimiento humano y está agravando debilidades ya existentes en la economía mundial, limitando el crecimiento, aumentando la inflación, perturbando las cadenas de suministro, incrementando la inseguridad energética y alimentaria e intensificando los riesgos para la estabilidad financiera”, indica el documento pactado “en tiempo de compensación”; las pláticas se extendieron para ganar tiempo en la búsqueda de un lenguaje que fuera aceptado por todos, incluyendo Cuba y Venezuela, fieles aliados de Moscú.
Asimismo apoyan la necesidad de una paz justa y sostenible, al tiempo que reivindican los esfuerzos de Naciones Unidas por prorrogar la iniciativa de exportación de cereales por el mar Negro, el cual fue negociado con apoyo de Turquía y no fue renovado el lunes por Rusia.
La resolución se inclina a favor de “los esfuerzos diplomáticos que busquen lograr una paz justa”, así como hace referencia a los posicionamientos asumidos frente a la guerra en el marco del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Nicaragua se negó a respaldar el punto 15 de los 41 que componen la declaración final.
Al presentar las conclusiones, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, en su calidad de presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y el mandatario de Argentina, Alberto Fernández, quien heredará las riendas del bloque, descartaron que el debate central de la ministerial se haya centrado en la guerra en Ucrania. Igualmente negaron que hubiera división en las filas latinoamericanas. El presidente argentino aseguró que la “supuesta” controversia había sido resultado de “la especulación de la prensa”.
La UE metió en la agenda de los gobiernos latinoamericanos “el chip” de su iniciativa Global Gateway, con la cual pretende aumentar su competitividad en la región. Incluso el régimen del presidente venezolano Nicolás Maduro recibió señales favorables hacia la normalización de las relaciones. La UE reiteró que levantará las sanciones internacionales al régimen si celebra elecciones libres y democráticas en 2024.