Bruselas.— A pesar de su exposición a la pobreza, violencia, contaminación ambiental y malos hábitos alimenticios, los niños mexicanos son los más satisfechos con sus vidas, sostiene en un estudio la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En un ranking compuesto por las 41 economías más ricas, los infantes mexicanos sólo son superados por los holandeses en niveles de satisfacción.
En Holanda, 90% de los niños y adolescentes de 15 años dicen sentirse muy satisfechos con la vida, seguido por México con 86%, Rumania con 85% y Finlandia. Los niños turcos, con 53%, son los menos satisfechos, seguido por los japoneses y los británicos. No hay un solo factor que explique el nivel de satisfacción en un infante, aunque el estudio señala que diferencias culturales pueden influir en la manera como un niño puede describir su vida como satisfactoria, independientemente de las variantes sociales y condiciones económicas. También precisa que el bullying y el ambiente escolar influyen directamente en el nivel de satisfacción del menor. “Los niños que sufren bullying con frecuencia tienen una menor satisfacción con la vida”. Otro factor que impacta directamente es el entorno familiar y de amigos.
El estudio fue elaborado por la Oficina de Investigación de UNICEF (Innocenti) y está diseñado para medir el nivel de bienestar general de la infancia. En el apartado sobre bienestar, tres países fueron excluidos, entre ellos México, por falta de datos en algunas de las variables analizadas, como destreza académica, pero México sí aparece en el apartado que evalúa las políticas y los contextos que influyen en el bienestar del infante. En este apartado, el país es después de Turquía, el peor clasificado, escaño 40. El mejor ubicado es Noruega, seguido por Islandia y Finlandia. El nivel de felicidad manifestado por los niños mexicanos contrasta con los resultados arrojados en distintas variables, como salud mental, física, seguridad, acceso a agua y niveles de pobreza. En prácticamente todos los indicadores el país saca malas notas. Ninguno de las naciones examinadas muestra los índices de violencia que tiene México. La tasa promedio anual de homicidios en los países analizados es de 2 víctimas por cada 100 mil personas en 2017, aunque el rango va de un mínimo de 0.2 en Japón a 24.8 homicidios en México.
“La tasa de homicidios a nivel de país refleja la exposición a la violencia en su forma más extrema”. Si el enfoque es sólo la niñez, México repite con la tasa de mortalidad más alta, con 2.47 por cada mil niños de entre 5 y 14 años. “La mortalidad infantil en México es cuatro veces mayor que en cada uno de los seis países con las tasas más bajas. La tasa de mortalidad infantil es el indicador más estrechamente asociado con el ingreso nacional y la desigualdad”. El 27.6% de los niños mexicanos vivió en hogares con ingresos inferiores a 60% de la renta media nacional en 2008, 2014 y 2018.
“Los niños de familias más pobres tienden a tener un peor desarrollo cognitivo y socioemocional, así como una peor salud en la edad adulta”. El informe sostiene que la implementación de servicios públicos de alta calidad, accesibles y asequibles son fundamentales para elevar el bienestar de los niños y sus familias. México gasta en las familias por debajo de la media de los países incluidos en la investigación, 2.4% del PIB. En promedio, el gasto público en transferencias de efectivo, servicios y exenciones fiscales equivale a 1% PIB; el monto más bajo junto con Grecia y Turquía.
En cuanto a la tasa de suicidio en México, es 7.1 por cada 100 mil adolescentes de entre 15 y 19 años; distante de los peor clasificados, Lituania, 18.1, seguido por Nueva Zelanda y Estonia con aproximadamente 14, pero muy por encima de Grecia y Portugal que registran 1.4 y 2.1, respectivamente. “La obesidad es un problema grave por razones médicas y sicológicas. Contribuye a la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, cáncer, enfermedades de la vesícula biliar y reduce la esperanza de vida. Tiene un costo social y emocional”.
México pertenece al grupo de los 10 países con uno de cada tres niños y adolescentes con obesidad y sobrepeso, 36% de los infantes.
Educación es otra asignatura en la que el país reprueba. Entre 2010 y 2018, la tasas de jóvenes de 15 a 19 años que no estaban en educación, empleo o capacitación, mejoró en 30 de 37 países. “Sin embargo, en Turquía, México, Bulgaria, Chile e Italia, más de 1 de cada 10 jóvenes aún no recibe ni educación ni experiencia laboral”.
Además, “la mala calidad del agua repercute en higiene y salud alimenticia. También puede representar una carga para las finanzas y aumentar el desperdicio de plástico si se usa agua embotellada. La mayoría de las personas que viven en México no tienen agua que cumpla con los estándares básicos.
“La contaminación del aire daña a todos, pero la factura mayor es para niños, comienza a dañarlos antes de su nacimiento (...)”. Los mexicanos son después de los turcos, surcoreanos, israelitas y chilenos, los más expuestos a mayores concentraciones de partículas pequeñas de 2,5 micrones o menos de diámetro (PM2.5).