Miami.— El 30 de abril es típicamente Día del Niño en México. En Estados Unidos se festeja el segundo domingo del mes de junio, aunque no es tan popular y emocionante para los infantes como en nuestro país.

Lee también:

Sin embargo, la llegada y permanencia de mexicanos en la Unión Americana ha logrado que, al igual que otras celebraciones, cada año se acuñe el festejo del Día del Niño el 30 de abril entre anglos, afros, asiáticos y, por supuesto, latinos.

Pero lo que debería ser un día de alegría y regalos o paseos para cientos de niños, será uno más de tristeza, de angustia, sin obsequios, sin abrazos y quizá sin comida suficiente para los migrantes. “Del lado americano, aquí en la frontera, hay decenas de niños que acaban de cruzar —solos o con alguno de sus papás— y tienen que pasar, aunque sea uno o dos días por los centros de migración —de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés)— para ser registrados y, de ahí, entregar a otras autoridades a los que viajan solos o dejar ir a los que vienen acompañados”, dice a EL UNIVERSAL un vocero de la Fundación Gente Unida, desde San Diego, California.

Cientos de miles de menores de edad, mujeres y hombres, cruzan a la Unión Americana cada año y muchos de ellos son deportados de vuelta a la frontera.

“Pero, ya sea aquí —del lado estadounidense— o allá —del lado mexicano—, son niños y niñas que un día para festejarlos simplemente no existe”, señala el representante de Gente Unida. “Los que son de México se deprimen porque pues ni perro que les ladre, y los otros que no son mexicanos igual, porque lo escuchan; oyen que es Día del Niño en México y aunque no entiendan por qué, se ponen igual, más tristes”.

De acuerdo con las estadísticas de CBP, durante el año fiscal 2022 deportaron por la frontera mexicana de Ciudad Juárez, Chihuahua, a 4 mil 168 migrantes menores de 18 años, de los cuales 3 mil 514 eran mexicanos.

Lee también:

“Ese es sólo un punto fronterizo, así que habría que sumarle todos los demás por donde deportan”, dice Gente Unida.

Pero son muchos más menores los que logran quedarse del lado estadounidense. De acuerdo con cifras también de la CBP, durante 2022 ingresaron a territorio estadounidense más de 130 mil menores. Algunos van acompañados, pero una gran cantidad viajan solos y su calidad de menores de edad obliga casi siempre a las autoridades a entregarlos al Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en ingles), que los acoge en centros para menores de edad.

“Buscan y contactan a familiares o amigos para que vayan a recogerlos y se hagan cargo de ellos”, describe el vocero, “o también buscan hogares temporales que puedan atenderlos mientras los colocan en otras partes o bien, hasta que cumplen la mayoría de edad”.

Al menos un abrazo

Solos o con familiares que no son sus padres, el Día del Niño pasa completamente desapercibido para estos pequeños, “a menos de que el niño o la niña estén en casa de algún familiar o amigo de la familia que sea mexicano y por lo menos le den un abrazo”.

Peor aún si se trata de algunos de los miles de niños a quienes se les perdió el rastro, como sucedió entre 2021 y 2022 cuando, aparentemente, el HHS no supo dar evidencia de alrededor de 85 mil menores entregados en custodia a tutores, de acuerdo con una publicación del periódico The New York Times. El gobierno aseguró que “no los perdimos”.

“Un mes después de ser entregados a la familia o pareja que se hará cargo, deben confirmar que todo está en orden a través de una llamada telefónica y se estima hay 85 mil niños y niñas perdidos”, señala el representante de Gente Unida.

Lo cierto es que también hay más niños y niñas mexicanos y mexicoamericanos, millones que viven a lo largo y ancho de la Unión Americana y que de alguna manera serán celebrados por sus seres queridos.

Carencias económicas

“Yo les hago o les compro su piñata a mis niños, se las lleno de dulces y a cantar y pegarle hasta que la rompan y se avienten por los dulces”, comenta a este diario Carolina Alcocer, quien tiene tres hijos: dos niñas y un niño menores de edad con quienes vive en Los Ángeles, California. “Sí les compramos un detallito a cada uno, aunque este año la cosa está muy difícil, todo está carísimo”.

De la misma manera que Navidad y Reyes, este 2023 los menores festejados en Estados Unidos recibirán sólo el cariño de sus seres queridos y de sus amigos. “Es que la vida se ha puesto muy difícil, muy cara; es increíble que Miami se haya convertido en una de las ciudades más caras de Estados Unidos”, dice Marisol Veren, otra madre mexicana en Florida. “Yo tengo una niña y un niño y está difícil, pero ¿qué tal cuando son papás con tres o más hijos?, ¿o mamás solteras? Muy pesado para el bolsillo”.


Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.

Comentarios