Los talibanes liberaron a un ingeniero estadounidense que mantenían capturado como rehén desde 2020 a cambio de un líder tribal de Afganistán que estaba bajo custodia estadounidense desde 2005.
El estadounidense Mark Frerichs, de 60 años, fue entregado el lunes en el aeropuerto de Kabul, anunciaron los gobernantes afganos.
A cambio recibieron a Bashir Noorzai, un aliado de los talibanes que cumplía cadena perpetua por tráfico de drogas en EU.
El presidente de EU, Joe Biden, reconoció que el canje requirió tomar "decisiones difíciles".
Frerichs, de 60 años, fue secuestrado por los talibanes un año antes de que el gobierno afgano respaldado por Occidente colapsara y los talibanes recuperaran el poder en Afganistán.
El recién liberado estadounidense, que antes de trabajar como ingeniero fue buzo de la Marina, había vivido y trabajado como ingeniero civil en Kabul durante 10 años.
Su hermana, Charlene Cakora, aseguró que la familia nunca perdió la esperanza de recuperarlo.
"Me hace muy feliz saber que mi hermano está a salvo y de camino a casa con nosotros. Nuestra familia ha orado porque ocurra esto todos los días en sus más de 31 meses como rehén", indicó en un comunicado.
"Había algunas personas que se oponían al acuerdo que trajo a Mark a casa, pero el presidente Biden hizo lo correcto. Salvó la vida de un veterano estadounidense inocente", alegó.
Bashir Noorzai fue recibido como un héroe a su regreso a la capital afgana, donde combatientes talibanes le dieron la bienvenida con guirnaldas de flores.
"Mi liberación junto con la de un estadounidense forjará la paz entre los países", indicó en una conferencia de prensa.
Noorzai era un aliado cercano y amigo del fundador de los talibanes, el mulá Omar, y ayudó a financiar el primer gobierno talibán en la década de 1990.
Aunque no ocupó un cargo oficial, "brindó un fuerte apoyo, armas incluidas", declaró a la agencia de noticias AFP el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
Noorzai pasó 17 años bajo custodia estadounidense por contrabando de heroína.
Los fiscales alegaron que dirigía una vasta operación de cultivo de opio en la provincia de Kandahar, el tradicional núcleo de los talibanes en el sur del país.
En el momento de su arresto en 2005 era considerado uno de los mayores narcotraficantes del mundo y controlaba más de la mitad de las exportaciones afganas de opiáceos, que representan gran parte de la producción mundial.
En 2008 un tribunal de Nueva York lo condenó por conspirar para traficar heroína por valor de más de 50 millones de dólares a Estados Unidos.
El secuestro del ingeniero y veterano de la Marina ha sido un fuerte impedimento para mejorar las relaciones entre EU y los talibanes, cuyo gobierno aún no ha sido reconocido por ningún país.
El presidente Biden declaró en enero: "los talibanes deben liberar inmediatamente a Mark si esperan cualquier consideración de sus aspiraciones de legitimidad. Eso no es negociable".
Al menos otro estadounidense permanece en manos de los talibanes: el cineasta independiente Ivor Shearer y su productor afgano, Faizullah Faizbakhsh, fueron detenidos en Kabul en agosto.
Eric Lebson, exfuncionario de seguridad nacional que trabajó como voluntario para ayudar a la familia Frerichs, deseó que las acciones de Biden para lograr la liberación del ingeniero sean "un indicador de su compromiso de hacer lo mismo de manera urgente para otros estadounidenses detenidos en el extranjero como rehenes o de manera indebida".
"Están retenidos porque son estadounidenses y necesitan que el gobierno de Estados Unidos los traiga de vuelta a casa", afirmó Lebson.
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