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José mandó su solicitud para renovar su afiliación al programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) 15 días antes de la fecha límite; sin embargo, sus documentos, llegaron fuera de tiempo. Su caso no es único, otros 4 mil dreamers están en la misma situación y quedarán fuera del programa por un error del sistema postal y la intransigencia del gobierno de Donald Trump.
La cifra de afectados se hizo pública gracias a la demanda civil que grupos de derechos humanos y activistas proinmigrantes interpusieron contra la administración Trump para exigir que se acepten todas las solicitudes de renovación del permiso que fueron rechazadas. La semana pasada, el juez Nicholas Garaufis, de la Corte del Distrito este de Nueva York, ya puso en duda el argumento del gobierno sobre que la fecha última de entrega de documentos —el 5 de octubre pasado— “no es revisable”.
Los abogados han acumulado pruebas sobre la supuesta “mala fe” de la administración. Medios estadounidenses han difundido historias de soñadores que, a pesar de haber enviado la documentación con semanas de antelación, descubrieron que sus solicitudes no fueron “recogidas” por las autoridades hasta un día después de la fecha límite.
“Varias personas mandaron su solicitud de renovación con tiempo de antelación pero sus solicitudes, a pesar de eso, fueron remitidas después de la fecha límite y por tanto rechazadas”, critican los abogados en los documentos judiciales.
Entre los ejemplos destaca el de José, de 24 años, quien mandó su solicitud el 14 de septiembre por correo certificado para seguir su rastro, pero fue entregado el 6 de octubre.
También está el de Varlene Cooper, una madre de dos hijos de 31 años que, a pesar de tener la confirmación que la carta con sus documentos fue entregada el 5 de octubre a las 6 de la tarde, ha visto cómo se le rechazó la renovación.
El problema se registró en el área de Chicago, donde un portavoz del Servicio Postal de EU (USPS) reconoció que se produjo un “retraso temporal no intencional” en las fechas más críticas de la renovación del DACA.
El escándalo, destapado por The New York Times, llegó al Capitolio. Los principales congresistas demócratas se unieron a la demanda enviando una carta a la secretaria de Seguridad Interior interina, Elaine Duke, exigiendo que permita a los jóvenes rechazados volver a presentar sus peticiones de renovación. “Hemos oído a muchos jóvenes por todo el país sobre el tremendo obstáculo que puso el corto periodo de tiempo [un mes] para recolectar la tasa de solicitud y navegar por todo el proceso”, señalan los legisladores, “profundamente preocupados” porque los esfuerzos de los dreamers hayan llegado tarde por culpa de un problema reconocido por la propia oficina de correos.
En tanto, ayer 13 ex funcionarios de alto nivel, incluidos ex secretarios de Defensa, Estado, Seguridad Nacional, comandos militares y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), pidieron a los líderes demócratas y republicanos del Congreso que aprueben “urgentemente” la Dream Act.
“El tiempo se agota”, alertan los firmantes de la carta, y apostaron por incluir la ley que evitaría la deportación de casi 800 mil jóvenes (la mayoría de origen mexicano) en la resolución de presupuesto que debe aprobarse antes del 8 de diciembre. “Es la mejor oportunidad, la única en muchos meses”, advirtieron.
Entre los firmantes están la ex secretaria de Estado Madeleine Albright; los ex secretarios de Defensa Leon Panetta y Ashton Carter; el ex secretario de Comercio Carlos Gutiérrez —el único de los firmantes que sirvió en una administración republicana—, y la ex secretaria de Seguridad Nacional Janet Napolitano.
“Las consecuencias humanas negativas del fin de programa empiezan a aparecer ahora”, señalaron, poniendo como ejemplo a los dreamers que, tras la finalización del periodo de gracia para la renovación de permisos de trabajo temporal, han quedado sin protección.
Mientras, Washington vivió ayer una nueva jornada en la que activistas de todo el país presionaron a legisladores para que aprueben con urgencia la Dream Act.