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La conmemoración cada 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer es de gran frustración en Nicaragua, porque lo utilizan los detractores de los derechos de las mujeres para seguirse burlando de las nicaragüenses.
El gobierno de Daniel Ortega (presidente) y de Rosario Murillo (vicepresidenta) lo usan para decir que tiene tantas y tantas mujeres en cargos públicos para enrostrarla a las nicaragüenses la utilización perversa que hace de ellas.
Por Ortega y Murillo, y especialmente por Murillo, Nicaragua es un país anti—mujer . La fecha tiene un sabor agridulce.
El 8 de marzo hay que denunciar con fuerza la represión a las nicaragüenses e instar a las víctimas a que no sigan engañadas, que no se sigan dejando utilizar de esa forma. Es un día de conmemoración, pero también de lucha y de resistencia a esa manipulación que hacen Ortega y Murillo.
Vilma Núñez de Escorcia, presidenta del (no estatal e ilegalizado) Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH)