Más Información
Trump declarará a cárteles como organizaciones terroristas; "fui muy duro con México, hablé con la nueva presidenta"
Sheinbaum responde a Trump sobre declarar a cárteles como organizaciones terroristas; rechaza injerencia extranjera
México lucha contra “río de hierro” que envía armas de EU a los cárteles; llegan hasta medio millón, según medios
Dictan 600 años de prisión a "El Negro" Radilla y "El Cone"; responsables de secuestrar al hijo de Javier Sicilia
Familias de desaparecidos en Mazatlán irrumpen en evento de Sheinbaum; mandataria promete atender peticiones
Operativo Enjambre: Detienen a 15 personas por obstruir captura del presidente municipal prófugo de Santo Tomás de los Plátanos
Bruselas.— El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que “Reino Unido se irá de la Unión Europea a finales de marzo de 2019”, e insistió en que no se puede “impedir que los que quieren irse, se vayan”, pues afirmó que un Brexit caótico sería “una catástrofe”.
“La salida del Reino Unido sigue siendo, a mi juicio, un evento trágico, que Europa no necesitaba, pero las democracias son como son. No podemos impedir que los que se quieren ir se vayan”, defendió Juncker en el arranque de la reunión entre el Ejecutivo comunitario y el gobierno rumano en Bucarest, en el inicio oficial de la presidencia rumana del Consejo de la Unión durante el primer semestre de 2019.
Juncker urgió a llevar a cabo “todos los esfuerzos” antes de la votación del acuerdo del Brexit, el próximo martes en Westminster y evitar un divorcio abrupto.
“El no deal [Brexit sin acuerdo] sería una catástrofe para nuestros amigos británicos y para los europeos continentales. Por lo tanto, deben desplegarse todos los esfuerzos antes del martes o martes por la tarde”, agregó.
Juncker realizó sus declaraciones durante una rueda de prensa en Bucarest, acompañado por el presidente rumano, Klaus Iohannis.
En tanto, el gobierno británico advirtió que rechazar del acuerdo sobre el Brexit, que se votará el próximo martes, puede provocar una “parálisis” política y evitar la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) prevista para el 29 de marzo.
En una jornada en la que se celebró la tercera de las cinco sesiones de debate previstas sobre el acuerdo en la Cámara de los Comunes, el Ejecutivo conservador trató de aumentar la presión sobre la facción de diputados de su propio signo y del norirlandés Partido Democrático Unionista que se oponen al texto.
A pesar de esos esfuerzos, la primera ministra, Theresa May, parece abocada a perder una votación que pospuso a principios de diciembre para evitar una derrota.
“Si nosotros, como clase política, no logramos hacer realidad el Brexit, se produciría una profunda ruptura de la confianza de los ciudadanos hacia los políticos. Creo que nos arrepentiríamos durante muchas generaciones”, advirtió el ministro de Exteriores, Jeremy Hunt.
Al mismo tiempo, la ministra de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, alertó de que la falta de consenso en el Parlamento sobre el rumbo que debe seguir el país puede abocarlo a una ruptura no negociada con la UE.
“Trabajaré con mis compañeros para asegurarnos de que eso no ocurre. Estoy comprometida con tratar de obtener el mejor resultado para este país, lo que pasa por apoyar el acuerdo de la primera ministra”, dijo.
May se enfrenta al rechazo del acuerdo por parte de decenas de diputados de su propia formación: el Partido Conservador, descontentos con el mecanismo de salvaguarda diseñado para evitar una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.