Washington.— El gobierno de Estados Unidos evitó el cierre por 45 días más, pero no sin pagar un precio: recursos para Ucrania, o para la migración, quedaron en veremos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró ayr que “los aliados estadounidenses” y “el pueblo de Ucrania” seguirán contando con el apoyo estadounidese, al señalar que cuentan con “la gran mayoría de ambos partidos” en el Congreso para mantener esa ayuda, pese a la oposición del ala trumpista.
“Espero que mis amigos del otro lado”, dijo Biden, aludiendo a los republicanos, “cumplan su palabra de apoyar a Ucrania. Dijeron que apoyarían a Ucrania en una votación separada”, recalcó el mandatario estadounidense, luego de que en el presupuesto avalado el tema del apoyo a Ucrania quedara fuera.
“No podemos, bajo ninguna circunstancia, permitir que se interrumpa el apoyo estadounidense a Ucrania”, agregó.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, reiteró tras la aprobación de la medida de emergencia, la noche del sábado, la necesidad del apoyo por el tiempo que sea necesario a Ucrania “frente a la bárbara” guerra del presidente de Rusia, Vladimir Putin, para promover la seguridad nacional de Estados Unidos. “Es vital que mantengamos la asistencia económica que ha desempeñado un papel clave para permitir la valiente resistencia de Ucrania”, agregó Yellen en un comunicado.
Una de las mayores críticas de los republicanos opuestos a esa ayuda es que se está entregando un cheque en blanco a Ucrania sin verificar el uso que se está dando a esos fondos.
El otro gran desafío para Biden es el tema migratorio. Los demócratas tendrán que seguir luchando contra los límites que los republicanos quieren poner a programas de asilo y recortes a todas las partidas, excepto a la de seguridad fronteriza.
Por lo pronto la Bancada Hispana del Congreso aplaudió que esos asuntos no fueran incluidos en la medida de emergencia aprobada ayer por ambos partidos al considerar que no pueden usar a los “inmigrantes como palanca política”.
Al respecto el presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, dijo ayer a CBS que aunque está comprometido a ayudar a Ucrania, abordar la crisis en la frontera es una prioridad mayor.
“Ahora apoyo la posibilidad de garantizar que Ucrania tenga las armas que necesita, pero apoyo firmemente la frontera primero. Así que tenemos que encontrar una manera de hacer esto juntos”, subrayó.
Futuro de McCarthy, en vilo
El presupuesto dejó también en una posición difícil a McCarthy.
El republicano tuvo que ceder y retirar del proyecto de asignación presupuestaria temas migratorios sensibles para los demócratas y lograr así su apoyo para evitar el cese de flujo gubernamental.
La división entre moderados y radicales dentro del Partido Republicano se acentuó incluso con llamados para reemplazar a McCarthy por abandonar su promesa de insistir en disposiciones de seguridad fronteriza y recortes de gastos. “Si alguien quiere presentar una moción contra mí, que la presente (...), tiene que haber un adulto en el recinto”, dijo McCarthy el sábado en medio de las tensiones.
El representante Matt Gaetz es uno de los impulsores de la destitución del presidente de la Cámara Baja. Ayer, Gaetz dijo a CNN que presentará una moción al respecto para votar su permanencia en el puesto. “Creo que tenemos que arrancar la curita de una vez”.
Ningún presidente de la Cámara de Representantes ha sido destituido de tal manera en la historia.
Queda por ver si Gaetz tiene el apoyo necesario para sacar a McCarthy. El representante por Indiana Larry Bucshon fustigó el plan de Gaetz y lo calificó de “charlatán”. “Está amenazando con destituir al presidente McCarthy utilizando al menos 200 votos demócratas. Les ha estado pidiendo votos. Al menos 200 republicanos de la Cámara votarán para apoyar al presidente, incluyéndome a mí”, escribió en X.