Kiev.— El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, destituyó ayer al ministro de Defensa Oleksiy Reznikov y pidió “un nuevo enfoque” en el ministerio, un año y medio después del inicio de la invasión rusa.
“He decidido reemplazar al ministro de Defensa de Ucrania”, dijo Zelensky en su intervención diaria. “Oleksiy Reznikov ha pasado por más de 550 días de guerra a gran escala. Creo que el ministerio necesita un nuevo enfoque y otras formas de interacción tanto con los militares como con la sociedad en general”, añadió.
Reznikov, de 56 años, asumió el cargo tres meses antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 y lideró las negociaciones para equipar a sus fuerzas con armamento moderno de los aliados. Su destitución se produce en medio de la contraofensiva lanzada por Kiev en junio para liberar las áreas ocupadas del este y sur de su territorio.
También se produce en un momento en que las autoridades intensifican su lucha contra la corrupción, a petición de la Unión Europea. Aunque hasta ahora Reznikov no ha sido señalado personalmente por corrupción, sí se han registrado escándalos relacionados con la adquisición de bienes y equipos para el ejército, que derivaron en la renuncia del adjunto de Reznikov, Vyacheslav Shapovalov.
Zelensky nombró a Rustem Umerov como nuevo responsable de la cartera de Defensa.
“Ahora Rustem Umerov deberá ser el jefe del ministerio” de Defensa, dijo el mandatario ucraniano. “Espero que el Parlamento apoye a este candidato”, continuó.
Umerov es un tártaro, un grupo étnico de la península de Crimea anexionada por Moscú en 2014, y dirige el Fondo de Propiedad Estatal desde el año pasado.
El anuncio coincide con los esfuerzos ucranianos por avanzar sobre territorios de su país controlados por las fuerzas rusas.
De acuerdo con el diario británico The Guardian, las fuerzas de Kiev penetraron en las líneas de defensa rusa en el sur del país.
“Ahora estamos entre la primera y la segunda línea de defensa” rusas, afirmó el general Oleksander Tarnavskiy, encargado de la contraofensiva en el sur, durante una entrevista publicada el fin de semana pasado. Hace unos días, Ucrania anunció la toma de la aldea de Robotyne, en el sur del país, en el marco de la contraofensiva que lanzó en junio para arrebatar a Rusia los territorios que ocupa desde que inició su invasión de la exrepública soviética, en febrero de 2022.
“Estamos acabando de destruir las unidades enemigas encargadas de proteger a las tropas rusas cuando se retiran detrás de su segunda línea defensiva”, explicó el general, cuyas tropas liberaron la ciudad de Khersón (sur) el año pasado.
Por su parte, Rusia bombardeó con drones varios sitios industriales a orillas del Danubio, en una región del suroeste de Ucrania fronteriza con Rumania, un país miembro del a Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que denunció un ataque “injustificado”.
“El enemigo atacó las infraestructuras industriales civiles de la región del Danubio”, declaró la oficina del fiscal general de Ucrania en Telegram. “El ataque dejó dos heridos, que fueron hospitalizados”, agregó.
Según el fiscal, las fuerzas ucranianas lograron derribar 22 de los 25 drones utilizados en el ataque.
Rusia dijo haber llevado a cabo un ataque de drones contra el puerto de Reni, en la frontera con Rumania: “El ejército ruso llevó a cabo un ataque con drones en grupo contra instalaciones de almacenamiento de combustible utilizadas para suministrar equipos militares del ejército ucraniano en el puerto de Reni”, indicó un comunicado. Todos los objetivos “fueron alcanzados”, agregó.
Rumania no se demoró en condenar el ataque.
El Ministerio Defensa rumano advirtió en un comunicado que “estos ataques contra objetivos civiles e infraestructuras en Ucrania son injustificados y contradicen profundamente las reglas del derecho humanitario internacional”.
Un ataque directo contra un país miembro de la OTAN podría provocar una escalada del conflicto, advierten expertos.