Más Información
Migrantes de otras nacionalidades deben de ser repatriados a sus países, no a México: Sheinbaum; “no los vamos a dejar solos”, dice
Luigi Mangione se declara inocente por asesinato del CEO de United Healthcare; abogada acusa “teorías jurídicas contradictorias”
Salinas Pliego y el peculiar regalo de Navidad que le pidió a Santa Claus; "lo demás me lo puedo comprar yo"
Trump declarará a cárteles como organizaciones terroristas; "fui muy duro con México, hablé con la nueva presidenta"
Implementa Gobierno operativo para combatir abusos contra paisanos; reconocen a héroes y heroínas migrantes
Dictan 600 años de prisión a "El Negro" Radilla y "El Cone"; responsables de secuestrar al hijo de Javier Sicilia
Operativo Enjambre: Detienen a 15 personas por obstruir captura del presidente municipal prófugo de Santo Tomás de los Plátanos
La guerra de Donald Trump con los medios no es nueva.
De hecho, la convirtió en parte de su campaña en 2016, cuando no sólo denunció la mala cobertura que dijo sufrir, sino que negó credenciales de prensa a reporteros de The Washington Post y BuzzFeed, entre otros.
Tras las elecciones de noviembre de ese año, en las que se hizo con la presidencia de Estados Unidos, vino, ese mismo mes, una reunión con el saliente mandatario Barack Obama para acordar la transición. Viajó a Washington un jet privado sin el grupo de reporteros, fotógrafos y camarógrafos que normalmente acompañan a los jefes de Estado electos.
Días antes de asumir el cargo, en enero de 2017, en su primera conferencia de prensa como mandatario electo, negó la palabra al reportero Jim Acosta de CNN. “No tú no”, le espetó, tras argumentar que su medio da “noticias falsas”, un mantra que ha utilizado también contra The New York Times, The Washington Post y otros más.
La toma de posesión se convirtió en otro motivo de enfrentamiento . Trump enfureció por la publicación de imágenes del evento que mostraban escasa concurrencia. Incluso mostró sus propias imágenes, en un intento infructuoso por desmentir a la prensa.
Uno de los momentos más álgidos de estos desencuentros se produjo en febrero de 2017, cuando la Casa Blanca excluyó de una sesión informativa del entonces portavoz presidencial, Sean Spicer, a CNN, el Times, Los Angeles Times y Politico, permitiendo la entrada, en cambio, a medios conservadores como Breitbart News y Fox.
En solidaridad con los excluidos, la revista Time y la agencia de noticias Associated Press declinaron la invitación.
Ese mismo mes, el presidente declinó asistir a la Cena de Corresponsales, un evento al que normalmente acuden los mandatarios, pero que en esa ocasión se vio marcado por la guerra de Trump con los medios, al punto de que varios anunciaron que lo boicotearían. Tampoco asistió a la de este año.
Las declaraciones de Trump contra los medios que le son críticos y a los que ha llamado también “enemigos del pueblo” alcanzó tal magnitud que en agosto pasado más de un centenar de medios, encabezados por The Boston Globe, publicaron editoriales contra la retórica hostil de Trump.
El más reciente encontronazo se produjo este miércoles, cuando la Casa Blanca decidió retirar la credencial de prensa a Acosta, tras una agria discusión con Trump durante una conferencia de prensa.
lsm