La visita del presidente estadounidense Donald Trump ayer a Puerto Rico tenía que servir para aplacar las críticas a su lenta gestión frente a la devastación dejada por el peor huracán que ha azotado la isla en casi 90 años; sin embargo, el mandatario azuzó la polémica al restar importancia al drama que vive la población y decir que no se trata de una “catástrofe real”.
“Cada muerte es un horror, pero si miramos una catástrofe real como Katrina y nos fijamos en los cientos y cientos de personas que murieron [en Nueva Orléans] y lo que pasó aquí con una tormenta que fue totalmente imponente... ¿Cuántos muertos tienen ustedes?” inquirió a su llegada a la base aérea Luis Muñiz, de la Guardia Nacional, aludiendo al huracán que azotó la ciudad estadounidense en 2005 y que dejó más de mil 800 muertos.
Poco después, con cierto dejo de recriminación, cuestionó el costo de la gestión de la crisis para EU: “Odio decirlo, Puerto Rico, pero te estás llevando nuestro presupuesto fuera de control”.
El viaje del presidente ha estado envuelto en la polémica, puesto que pasaron casi tres semanas del azote de María antes de que Trump viajara a San Juan.
Además, los lugareños critican la lentitud con que han actuado las autoridades federales frente a la devastación. Tras la reunión con las autoridades locales y los responsables de los servicios de emergencias, él y la primera dama se vieron con algunas víctimas del huracán. El gobierno puertorriqueño elevó a 34 la cifra de fallecidos por María.
“Los vamos a ayudar”, aseguró Trump a damnificados en Guaynabo, cerca de San Juan, capital de esta isla del Caribe de 3.4 millones de habitantes que es un Estado libre asociado a EU.
Durante su visita, Trump, quien estuvo acompañado por su esposa Melania, agradeció a todos su trabajo, excepto a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín, con quien se ha enfrentado en los últimos días después de que ella después de que esta censurara el optimismo expresado por la secretaria interina de Seguridad Nacional pese a la devastación que sufre la isla.
Sólo 6.89% de Puerto Rico tiene electricidad, 22.54% de las torres de telecomunicaciones funcionan, 24% de los vuelos comerciales operan, en tanto persisten los problemas de distribución de agua y gasolina en medio de enormes daños a la infraestructura.
Ayer mismo, el coordinador de Naciones Unidas, Stephen O’Malley, advirtió que la reconstrucción de cada isla del Caribe golpeada por María costará hasta mil millones de dólares. La estimación aplica a las islas Barbuda, Antigua y Dominica, entre otras.
En videoconferencia, informó que el Programa Mundial de Alimentos envió 60 toneladas métricas de comida a Dominica, para cubrir las necesidades de casi 30 mil personas —poco menos de la mitad de la población local—. En Antigua, el gobierno tiene previsto el pago por adelantado al personal civil para propulsar las economías familiares.