Washington.— El odio y animadversión de Donald Trump hacia los medios de comunicación ha pasado a un nuevo nivel.
Ayer anunció que a partir de ahora los periodistas de Bloomberg News tendrán vetada su presencia en actos de campaña, y que la decisión de responder a preguntas y peticiones se dirimirán “caso por caso”, una medida similar a la que tomó en 2016 cuando, durante su campaña, vetó temporalmente a medios como The Washington Post, Buzzfeed, Politico e incluso Univision.
La justificación de esta decisión se basó, según su jefe de campaña, Brad Parscale, en que el dueño del medio de comunicación, el aspirante presidencial demócrata Mike Bloomberg, prohibió a sus periodistas investigarlo a él y al resto de adversarios en las primarias para no tratarle diferentemente.
“No investigará a su jefe, pero continuará siendo crítico con el presidente Trump”, se quejó Parscale en un comunicado, acusando a Bloomberg News de anunciar “abiertamente” que va a a ser “sesgado” en su cobertura. “Estamos acostumbrados a prácticas informativas injustas, pero la mayoría de los medios no anuncian su parcialidad tan públicamente”, resumió el jefe de campaña del mandatario estadounidense.
Trump tuiteó poco después: “Mini Mike Bloomberg instruyó a su organización noticiosa de tercera a no investigarlo a él o a algún demócrata, sino sólo perseguir al presidente Trump. El fallido New York Times cree que está bien, porque su odio y parcialidad es tan grande que ni siquiera pueden ver con claridad. ¡No está bien!”.
La respuesta no se hizo esperar. “La acusación de sesgo no puede estar más alejada de la realidad. Hemos cubierto a Donald Trump justamente y de forma imparcial desde que fue candidato en 2015 y continuaremos haciéndolo a pesar de las restricciones impuestas por la campaña de Trump”, dijo John Micklethwait, editor en jefe de Bloomberg News.
La candidatura del filántropo Bloomberg ha significado un dolor de cabeza para sus periodistas, algo parecido a cuando se presentó y ganó la alcaldía de Nueva York. Uno de ellos confesó a la CNN que “se hizo realidad la peor de sus pesadillas”, porque les obligará a censurarse en su trabajo y hacer más difícil su labor periodística, dejando de lado informaciones potencialmente dañinas de los candidatos demócratas.
En el memorando que Micklethwait envió a sus reporteros cuando se conoció la aspiración de su dueño, aseguró que el hecho de que no puedan hacer ellos la investigación no supone que vayan a “esconder” reportes de otros medios críticos con Bloomberg.
“No será fácil para una redacción que ha construido su reputación de independencia, en parte, sin escribir sobre nosotros, y pocas veces sobre nuestros rivales directos. Nunca antes un candidato presidencial había sido propietario de una organización periodística de este tamaño”, dijo.