El presidente estadounidense, Donald Trump, y la primera dama Melania visitaron ayer un refugio de víctimas del huracán Harvey en Houston, donde el mandatario resaltó lo hecho por su gobierno para apoyar a los afectados. En tanto, el número de víctimas mortales aumentó a más de 50 personas y los habitantes comenzaron a regresar a lo que quedó de sus hogares, para iniciar la lenta recuperación de la ciudad.
El presidente y su esposa ayudaron a repartir la comida a las personas albergadas en el estadio NRG y aprovechó la visita para destacar cómo han respondido su gobierno y las autoridades locales al desastre.
“Realmente creo que la gente aprecia lo que se ha hecho. Se ha hecho de manera muy eficiente, muy bien, y eso es lo que queremos”, comentó. Ésta fue la segunda visita de Trump a la zona de catástrofe, aunque en la primera no tuvo contacto con víctimas del huracán.
Durante su recorrido el mandatario prometió ayudas del gobierno para los damnificados por las inundaciones. Al ser preguntado sobre qué le dijeron familias con niños con las que dialogó brevemente en el centro, Trump explicó que “estaban contentos” y que ha podido ver “mucha felicidad” y “mucho amor”, porque la respuesta al desastre ha sido “algo maravilloso”.
El mandatario pasó un rato con los menores refugiados en el centro, repartió saludos y abrazos, y se le vio coger en brazos a una niña afroamericana que se había acercado a él.
Trump visitó después Louisiana, donde Harvey volvió a tocar tierra y provocó fuertes lluvias.
En tanto, el número de muertos por la tormenta ha superado los 50 y es probable que aumente, informó el diario Houston Chronicle con base en datos de funcionarios locales.
Houston, la ciudad más afectada por las inundaciones producidas por Harvey está “comenzando a entrar en la fase de recuperación”, dijo el alcalde Sylvester Turner.
“Todavía hay que hacer muchos rescates en la región, pero en lo que respecta a la ciudad de Houston, estamos empezando a entrar en la fase de recuperación”, afirmó a CNN.
Los equipos de rescate están aún “yendo puerta por puerta” en el área metropolitana más grande de la ciudad, de acuerdo a Turner, para asegurarse de que nadie está atrapado dentro de su casa.
Los niveles de agua estaban bajando en Houston y no se esperan lluvias en el área el fin de semana, pero las autoridades aún están lidiando con los daños y necesitan recomponer los servicios básicos. En Beaumont, los residentes seguían sin agua, entre otras afectaciones.
La Casa Blanca pidió el viernes al Congreso que apruebe 7 mil 850 millones de dólares en ayudas de emergencia para hacer frente a la devastación. A esto se sumará pronto otro pedido de 6 mil 700 millones de dólares, según el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.
El presidente firmó además una declaración de desastre para ayudar al estado de Texas a hacer frente a las secuelas de Harvey.
Las primeras estimaciones auguran que Harvey podría convertirse en la catástrofe natural más cara de la historia de EU; más de 440 mil personas han solicitado ayuda estatal.
Una semana después de que el huracán arrasara la costa de Texas, comenzaron los funerales de algunas de las víctimas del desastre.
A consecuencia de Harvey, ayer se detectó una fuga de petróleo en el exterior de una refinería de la compañía Exxon Mobil en la comunidad de Beaumont. Un portavoz señaló que trabajan para contener el derrame y se han “desplegado equipos de respuesta a emergencias para proporcionar protección ambiental adicional”.
Éste es el segundo incidente de este tipo. Esta semana una planta química de la compañía Arkema Inc, también en Beaumont, registró emisiones de “humo negro”, explosiones e incendio.