“Oportunidad perdida”. El presidente estadounidense, Donald Trump, se refirió en esos términos a la negociación del DACA y culpó de ello a los demócratas, un día después de la tormenta internacional que se desató cuando funcionarios presentes durante una reunión sobre el tema lo acusaran de haber tachado de “países de mierda” a naciones africanas, además de El Salvador y Haití.
“Los demócratas son todo palabras y nada de acción. No están haciendo nada para arreglar el DACA. Una gran oportunidad perdida. ¡Muy mal!”, tuiteó ayer el magnate, refiriéndose a la situación de los jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños.
“No creo que los demócratas realmente quieran ver un acuerdo sobre DACA —prosiguió—. Este es el momento pero, día tras día, están desperdiciando la gran oportunidad que tienen. Muy mal”. E insistió en su lema: “Estados Unidos primero”.
Fuentes del Senado consultadas por EFE dijeron que las negociaciones no están muertas, aunque reconocieron que tenían más posibilidades de éxito antes de dicha reunión, a la que acudieron senadores y asesores republicanos del ala más extrema del partido.
El grupo negociador, conformado por tres senadores demócratas y tres republicanos, había alcanzado un principio de acuerdo legislativo que cumplía los requisitos exigidos por la Casa Blanca para aprobar una ley que dé un camino a la ciudadanía a más de un millón de jóvenes que se criaron en EU, conocidos como soñadores, quienes son susceptibles de deportación dado que Trump ordenó el fin del DACA, efectivo a partir de marzo próximo.
Otra de las disposiciones de la propuesta legislativa bipartidista contempla la eliminación de la lotería de visas estadounidense, con la que ahora se reparten 50 mil visas anuales, para transformar la mitad de ellas en visados para aquellos que se han visto afectados por el fin del Estatus de Protección Temporal (TPS) ordenado por el mandatario.
Cuando a Trump le explicaron esta postura y, según publicó el diario The Washington Post, citando a gente presente en el evento, el multimillonario reaccionó diciendo: “¿Por qué todas esas personas de países de mierda vienen aquí?”, en referencia a El Salvador, Haití y los países africanos. Trump sugirió entonces que EU debería traer a más inmigrantes de países como Noruega.
El mandatario aseguró el viernes que no usó ese lenguaje racista, pero el legislador Dick Durbin, uno de los presentes, insistió en que sí lo hizo. Los gobiernos de El Salvador y Haití protestaron por los dichos, y 54 naciones africanas exigieron una retractación.
Cuestionan lenguaje “repulsivo”. La indignación fue más allá. Ayer, los 15 países de la Comunidad del Caribe (Caricom) emitieron un comunicado en el que se declararon “profundamente preocupados por los informes sobre el uso de lenguaje despectivo y repulsivo” de Trump “con respecto a nuestro Estado miembro Haití y otros países en desarrollo”.
El grupo agregó que “condena en los términos más enérgicos los ignorantes puntos de vista expresados”.
Expertos recordaron que la historia de EU está salpicada por reacciones negativas a la inmigración y constantes ambivalencias de los estadounidenses sobre si quieren continuar siendo un país de inmigrantes.
“Cuando observas toda la historia de Estados Unidos, uno de los aspectos más sorprendentes es la manera en que el debate sobre la inmigración se ha radicalizado”, dijo Julie Greene, profesora de historia en la Universidad de Maryland.