"Bienvenido canal a Estados Unidos", escribió Donald Trump, próximo mandatario estadounidense, en su red Truth Social en otra polémica que inició desde el sábado.
El próximo presidente dejó entrever el domingo que su nuevo gobierno podría intentar recuperar el control del Canal de Panamá que Estados Unidos cedió "tontamente” a su aliado centroamericano, argumentando que a los barcos se les cobran tarifas “ridículas” para pasar por el vital canal de transporte que conecta los océanos Atlántico y Pacífico.
A su vez, el presidente conservador panameño José Raúl Mulino, elegido en mayo con base en una campaña proempresarial, rechazó rotundamente esa idea, llamándola un agravio a la soberanía de su país.
El republicano hizo su comentario durante su primer gran mitin desde que ganó la Casa Blanca el 5 de noviembre, disfrutando de su regreso al poder mientras una enorme audiencia de conservadores lo aclamaba. Fue una muestra de unidad partidista en contraste con un reciente forcejeo presupuestario en el Capitolio, donde algunos legisladores republicanos desafiaron abiertamente las peticiones de su líder.
Dirigiéndose a sus simpatizantes en el evento conservador AmericaFest de la organización Turning Point USA en Arizona, Trump prometió que su “gabinete de ensueño” proporcionará una economía en auge, sellará las fronteras estadounidenses y resolverá rápidamente las guerras en Medio Oriente y Ucrania.
“Puedo proclamar con orgullo que la Edad de Oro de Estados Unidos está por llegar”, declaró Trump. “Hay un espíritu que tenemos ahora que no teníamos hace poco tiempo”.
Su presentación culminó una reunión motivacional de cuatro días que atrajo a más de 20 mil activistas y proyectó una imagen de cohesión republicana a pesar de la turbulencia de la semana pasada en el Congreso en Washington, al que Trump le envió mensajes desde su mansión de Mar-a-Lago en Florida mientras los legisladores trabajaban para evitar un cierre del gobierno antes de la Navidad.
Los republicanos de la Cámara de Representantes rechazaron un acuerdo bipartidista después de que Trump y Elon Musk, su aliado multimillonario, expresaran su oposición en redes sociales. Los defensores de la disciplina presupuestaria desoyeron la solicitud de Trump de elevar el tope de la deuda nacional, lo que habría evitado algunas nuevas rondas de la misma disputa después de que asuma el cargo el 20 de enero de 2025, en un momento en que los republicanos controlan la Cámara de Representantes y el Senado por escaso margen. El acuerdo final no abordó el problema y no hubo cierre.
En sus declaraciones en Phoenix, Trump no mencionó el drama del Congreso, aunque sí hizo referencia al creciente poder de Musk. Ante las insinuaciones de que “el presidente Trump ha cedido la presidencia a Elon”, Trump manifestó rotundamente: “No, no. Eso no está sucediendo”.
"Él no va a ser presidente”, declaró Trump.
Comenzó el discurso diciendo que “queremos tratar de unir a todos. Vamos a intentarlo. Realmente vamos a darle una oportunidad” a eso. Luego dejó entrever que los demócratas han “perdido su confianza” y están “desconcertados” después de las elecciones, pero a la larga “vendrán a nuestro lado porque queremos tenerlos”.
Hasta arriba de una lista de agravios —algunos viejos, algunos nuevos— estaba el Canal de Panamá.
“Nos están estafando en el Canal de Panamá”, dijo, lamentando que su país “lo entregó tontamente”.
Estados Unidos construyó el Canal de Panamá en los albores del siglo XX, en un intento por facilitar el tránsito de buques comerciales y militares entre sus costas. Washington cedió el control del canal a Panamá el 31 de diciembre de 1999, bajo un tratado firmado en 1977 durante el gobierno del presidente Jimmy Carter.
El canal depende de represas para operar sus esclusas y resultó gravemente afectado por las sequías centroamericanas de 2023, que lo obligaron a reducir sustancialmente el número de espacios diarios para los barcos que cruzan. Menos buques utilizaban el canal cada día, ante lo cual los administradores aumentaron las tarifas que se les cobran a todas las empresas navieras por reservar un espacio.
Luego de que el clima volvió a la normalidad en los últimos meses de este año, el tránsito por el canal se ha normalizado. Pero de todas formas se prevé que haya un aumento en los precios en 2025.
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Mulino es considerado un populista conservador que coincide con el punto de vista de Trump en muchos temas. Panamá es un firme aliado de Estados Unidos y el canal es crucial para su economía, generando aproximadamente una quinta parte de los ingresos anuales de ese gobierno.
De todas formas, Trump dijo que, una vez que comience su segundo mandato, “si no se siguen los principios, tanto morales como jurídicos, de este gesto magnánimo de dar, entonces exigiremos que el Canal de Panamá sea devuelto a Estados Unidos de América, en su totalidad, rápidamente y sin hacer preguntas”.
“No voy a tolerarlo”, manifestó Trump. “Así que, a los funcionarios de Panamá, por favor déjense guiar debidamente”.
Sin embargo, el próximo mandatario de Estados Unidos no explicó cómo podrá lograrse eso.
Poco después del discurso de Trump, Mulino publicó un video en el que declaró que “cada metro cuadrado del Canal de Panamá y su zona adyacente, es de Panamá y lo seguirá siendo”.
Sin mencionar a Trump por su nombre, Mulino abordó las quejas del presidente electo sobre el aumento de las tarifas para los barcos que cruzan el canal, diciendo que las establecen expertos que toman en cuenta los costos operativos, al igual que los factores de oferta y demanda.
“Las tarifas no son un capricho”, afirmó Mulino. Señaló que Panamá ha expandido el canal a lo largo de los años para aumentar el tráfico de barcos “por decisión panameña”, y agregó que los incrementos en las tarifas a los barcos ayudan a pagar por las mejoras.
“Los panameños podemos pensar diferente en muchos aspectos”, manifestó el mandatario, “pero cuando se trata de nuestro canal, y nuestra soberanía, nos unimos todos bajo una única bandera: la de Panamá”.
Aparte del canal, la presentación de Trump en la reunión anual de Turning Point reafirmó la creciente influencia que el grupo y su fundador, Charlie Kirk, han tenido en el movimiento conservador. El organismo de Kirk contrató a miles de trabajadores de campo en estados muy disputados en las elecciones, ayudando a Trump a lograr avances clave entre los votantes infrecuentes y otros grupos de personas que han tendido más hacia los demócratas en las últimas décadas, incluidos los electores más jóvenes, los hombres negros y los hombres latinos.
“Ustedes tuvieron los ejércitos de base de Turning Point”, dijo Trump. “No es mi victoria, es su victoria”.
El domingo por la mañana, Trump dijo que Stephen Miran, quien trabajó en el Departamento del Tesoro durante el primer mandato de Trump, era la persona a la que había elegido para encabezar el Consejo de Asesores Económicos.
Y el multimillonario australiano Anthony Pratt anunció que estaba donando 1,1 millones de dólares al fondo inaugural de Trump para complementar los 14 millones que dijo que ya había dado al súper comité de acción política Make America Great Again Inc. (el cual lleva de nombre el slogan de la campaña de Trump, “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez”), lo cual convierte a Pratt en uno de los principales donantes a la causa del presidente electo.
Pratt es presidente de Pratt Industries, que utiliza papel y cajas recicladas como materia prima en un proceso que produce cartón nuevo.
Más tarde, Trump respondió en su red un mensaje que versaba sobre la respuesta del mandatario panameño en la que rechazaba las amenazas y decía que "cada metro cuadrado del Canal de Panamá pertenece a Panamá y así seguirá siendo", ante lo que el próximo presidente respondió: "Veremos eso".
*Con información de AP
mgm