Sin que haya finalizado el recuento de votos, Donald Trump se declaró ganador de las elecciones de este martes en Estados Unidos en una breve aparición desde la Casa Blanca en la madrugada del miércoles.
El mandatario afirmó que los republicanos se estaban preparando para una gran celebración cuando el proceso se detuvo y denunció que los demócratas quieren "privar de sus derechos a sus simpatizantes".
"Esto es un fraude al pueblo estadounidense, francamente ganamos esta elección. Es un enorme fraude a nuestra nación", insistió, para después advertir: "Iremos a la Corte Suprema".
Sin embargo, con millones votos sin contar, Trump no se puede declarar todavía ganador de las elecciones y tampoco hay pruebas del fraude que denuncia.
Poco antes, el candidato demócrata Joe Biden declaró que su equipo cree que está en camino de ganar la elección y pidió paciencia mientras se siguen contando los votos.
"Esto no acaba hasta que se cuenten todos los votos", enfatizó Biden.
"No es mi decisión, ni la de Donald Trump, decir quién ha ganado, es una decisión de los estadounidenses".
Las palabras del presidente Trump hacen pensar que se vienen días de cruces de declaraciones y posibles litigios.
En un comunicado oficial, la directora de campaña de Biden, Jen O'Malley Dillon, dijo que las declaraciones del presidente son indignantes, sin precedentes e incorrectas:
"Indignantes porque suponen un claro esfuerzo por quitarles derechos democráticos a los ciudadanos estadounidenses".
"Sin precedentes porque nunca antes en nuestra historia un presidente de Estados Unidos ha intentado privar a los estadounidenses de su voz en una elección nacional".
"E incorrectas porque no ocurrirá. El recuento no parará. Seguirá hasta que se cuente cada voto debidamente depositado. Porque eso es lo que requieren nuestras leyes, las leyes que protegen los derechos constitucionales de los estadounidenses a votar".
Y prosiguió: "Joe Biden y Kamala Harris defenderán el derecho de todos los estadounidenses para que se cuente su voto, sin importar por quién hayan votado. Y seguimos confiados en que cuando este proceso se complete, Joe Biden será el próximo presidente de Estados Unidos".
Por su parte, la demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, quien fue reelecta para el Congreso, describió las palabras de Trump como "ilegítimas, peligrosas y autoritarias".
"Cuenta los votos. Respeta el resultado", tuiteó.
En el lado republicano también hubo voces que mostraron preocupación ante las declaraciones.
Rick Santorum, quien fue senador por Pensilvania, aseguró sentirse "muy angustiado". "Usar la palabra fraude... creo que es incorrecto", le dijo a la cadena estadounidense CNN.
Y Ben Shapiro, un comentarista político conservador y crítico con Trump, tuiteó que los comentarios de Trump fueron "profundamente irresponsables".
En la comparecencia, el vicepresidente Mike Pence trató de suavizar los comentarios de Trump, evitó declarar la victoria e insistió en que se contarán todos los votos emitidos legalmente.
Pero el daño ya está hecho, dice el corresponsal de la BBC en EU Anthony Zurcher:
"Trump, gane o pierda, ya ha empañado las elecciones, al cuestionar la propia maquinaria de la democracia estadounidense".
Las elecciones presidenciales de este martes se presentaron como las más importantes de la historia reciente.
Los sondeos le daban una clara ventaja al candidato demócrata, pero los resultados están más ajustados de lo esperado.
Todo apunta a que la carrera se va a decidir en el cinturón industrial que forman Michigan, Wisconsin y Pensilvania, que en 2016 fueron clave en la victoria de Trump y este martes informaron de retrasos en el escrutinio.
Por su parte, el mandatario estadounidense tuiteó sobre el posible fraude la mañana de este miércoles:
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