El presidente estadounidense, Donald Trump, destacó este miércoles los "progresos" para poner fin a la epidemia de opiáceos en el país, que se cobró la vida de más de 47 mil ciudadanos en 2017, y advirtió de que también tomarán medidas contra "las grandes farmacéuticas ".
"Vamos a hacer responsables a las grandes farmacéuticas. Tienen que hacer lo correcto", dijo Trump en su intervención ante la conferencia anual contra el abuso de fármacos y heroína en Atlanta (Georgia, Estados Unidos).
Las palabras de Trump se producen un día después de que la farmacéutica Rochester Drug Co-Operative y su exconsejero delegado, Laurence Doud, fueran imputados en Nueva York por conspirar por traficar con narcóticos y defraudar al Gobierno, convirtiéndose en la primera empresa en ser procesada por la crisis de los opiáceos.
La compañía está acusada de distribuir decenas de millones de oxicodona, fentanilo y otros opiáceos a proveedores sospechosos de realizar actividades ilegales, indicaron medios locales, lo que sirvió para agravar el problema derivado por el consumo de estas drogas.
"Estamos realizando tremendos progresos. Todo el mundo está unido para el mismo objetivo vital: liberar a nuestros compatriotas de las garras de la adicción a las drogas y acabar con la crisis de opiáceos de una vez por todas", agregó.
Trump apuntó, antes de subir al avión presidencial en Washington, que la cifra de fallecidos se ha reducido "en un 17% respecto al pasado año", sin ahondar más sobre ese porcentaje.
El mandatario viajó a Atlanta acompañado por la primera dama, Melania Trump, quien ha estado muy implicada personalmente en el combate contra los opiáceos.
"He visto de cerca los resultados personales y médicos de esta crisis. Y mi marido está aquí porque se preocupa profundamente por lo que están ustedes están haciendo para ayudar a millones de estadounidenses afectados por la epidemia", recalcó.
Las sobredosis relacionadas con opiáceos en Estados Unidos se saldaron con más de 70 mil 237 muertes en 2017, de las que un 68 %, cerca de 48 mil, estaban vinculadas al consumo de drogas suministradas con receta médica, de acuerdo a datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
En los últimos dos años, las recetas de este de tipo de potentes calmantes se han reducido notablemente, pero aún no se ha visto un descenso en la tendencia de muertes.
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