El presupuesto 2019 que el gobierno del presidente Donald Trump enviará hoy al Congreso buscará destinar 3 mil millones de dólares a la construcción del muro en la frontera con México, obra que el magnate considera una prioridad, indicó ayer el director de presupuesto Mick Mulvaney.
Señaló que el plan de presupuesto 2019 del gobierno incluirá 3 mil millones para el muro, el cual el mandatario ha hecho una de sus prioridades, y recordó que, además, habrá una contingencia de 25 mil millones en gastos para el muro durante dos años si el Congreso aprueba una legislación para tratar la situación de los jóvenes migrantes que llegaron al país siendo niños, también conocidos como dreamers.
Mulvaney reconoció que el nuevo plan presupuestario, que fue aprobado la semana pasada, resultará en unos déficits anuales de un billón de dólares o más en los próximos años, pero dijo que el gobierno propondrá formas para evitar ese destino.
Por su parte, el Senado iniciará hoy un debate abierto sobre inmigración y el destino de los dreamers.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, republicano de Kentucky, programó una votación inicial esta noche para comenzar el debate. Se espera que tenga éxito fácilmente, y luego el Senado pasará días o semanas, nadie sabe cuánto tiempo, analizando las propuestas.
Demócratas y algunos republicanos dicen que quieren ayudar a los dreamers. Trump ha dicho que quiere ayudarlos e incluso ha propuesto un camino hacia la ciudadanía para 1.8 millones, pero a cambio quiere 25 mil millones de dólares para su muro, además de importantes restricciones a la inmigración legal.
El senador republicano por Arizona, Jeff Flake, se mostró optimista de que el Senado podrá aprobar un texto que el presidente pueda firmar.
“Es posible aprobar una buena legislación que tenga el apoyo de entre 65 y 70 senadores y que el presidente la acepte y que la Cámara de Representantes la acepte también”, dijo Flake ayer en un programa de NBC.
Por otra parte, se espera que Trump, revele hoy su plan de infraestructura para generar inversiones de 1.5 mil millones de dólares, que incluye un recorte a las regulaciones y podría tener impacto en el medio ambiente.
El plan establece que una sola agencia del gobierno tendrá el “liderazgo” en la evaluación de proyectos de infraestructuras y será la encargada de dar el veredicto definitivo sobre su viabilidad, informaron fuentes de la Casa Blanca.