El mandatario estadounidense, Donald Trump , comenzó mal el día. Primero, descargando su enojo en Twitter antes de ser recibido en la Casa Rosada por el presidente de Argentina , Mauricio Macri.

Trump

, protagonista de la Cumbre del G20 , volvió a hablar de la investigación que lo persigue, el caso llamado “Rusiagate” , y lo tildó nuevamente de ser un “caza de brujas”.

Llegó tarde a la cita en la Casa Rosada.

Ya en el Salón Blanco , Trump recibió un auricular conectado a un dispositivo de traducción simultánea entregado por el presidente Macri , para que pudiera comprender lo que decía.

Mientras Macri hablaba, y agradecía su respaldo, Trump miraba una y otra vez el aparato, contrariado, como revisando sí servía correctamente.

“Creo que entendí mejor en tu idioma que en esto. Pero está bien”, afirmó, una vez que el mandatario argentino concluyó su mensaje. Trump , fastidiado, tiró el aparato al piso, y un empleado de la Casa Rosada lo levantó.

Después de su visita a la Casa Rosada, Trump partió de regreso al Palacio Duhau para una ceremonia largamente esperada, que le permitió estampar su firma en una de sus principales promesas de campaña: la rúbrica del nuevo acuerdo comercial entre EU , México y Canadá . Trump llevó casi toda su delegación a este acto, en el que se mantuvo al medio, entre el primer ministro de Canadá , Justin Trudeau y Enrique Peña Nieto .

El momento histórico fue enmarcado por sonrisas y elogios de los mandatarios nacionales de cada país tras más de un año de batallas diplomáticas.

El momento se tensó cuando Trump leyó su mensaje tras la firma y Trudeau volvió a reclamarle una solución para los aranceles de acero y aluminio que le impuso a México , Canadá , entre otros países.

Tras dejar la ceremonia, el mandatario estadounidense se trasladó a Costa Salguero para el inicio de la Cumbre del G20 . Poco afecto a estos encuentros internacionales, pasó de largo frente a Macri antes que arribaran los demás mandatarios.

Macri

lo llamó, pero Trump lo ignoró. Regresó casi al final y eludió un momento incómodo: pasó junto al príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman y el presidente ruso, Vladimir Putin sin detenerse para charlar o estrechar las manos. Luego, sin embargo, cruzó “comentarios en la sesión de líderes” con el príncipe heredero, según un alto funcionario de la Casa Blanca.

La amenaza latente del Rusiagate lo distrajo de la Cumbre . Trump mandó a la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, a redoblar la ofensiva con un comunicado contra la trama rusa.

La Justicia le deparó un nuevo dolor de cabeza al magnate antes de volar a Buenos Aires : su ex abogado personal, Michael Cohen , se declaró culpable de haberle mentido al Congreso sobre un proyecto inmobiliario en Moscú que nunca se concretó y aceptó cooperar con el fiscal especial, Robert Mueller.

“La farsa caza de brujas rusa, que esperemos esté llegando a su fin, está andando muy bien. Desafortunadamente, probablemente socava nuestra relación con Rusia . Sin embargo, la razón de nuestra reunión cancelada es Ucrania . Con suerte, eso se resolverá pronto para que puedan comenzar conversaciones productivas, afirmó la vocera.

Los periodistas que se movieron con el presidente le preguntaron por qué había cancelado su encuentro con Putin . “ Ucrania , es puramente Ucrania ”, respondió Trump .

También le preguntaron qué había hablado con el príncipe heredero de Arabia Saudita , acusado por la CIA de haber ordenado el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. “No discutimos de nada. Puede ser que lo hagamos, pero no discutimos de nada”, respondió el magnate.

agv

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