Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que su país vive “un momento que da mucho miedo para los hombres jóvenes”, al referirse al trato “brutal” que está recibiendo su elegido para cubrir la vacante en el Tribunal Supremo, el juez Brett Kavanaugh.
Señaló que, al igual que el juez, los jóvenes pueden ser acusados de abusos sexuales y ser declarados “culpables” incluso cuando son inocentes.
Las palabras de Trump van en el mismo sentido que una frase de su primogénito, Donald Jr., quien en entrevista con el diario británico Daily Mail aseguró temer más por el futuro de sus hijos varones que el de sus hijas, por si son acusados falsamente de abusos o acoso sexual.
Trump, a quien la acusación por casi una veintena de mujeres no afectó en los resultados electorales a la presidencia, añadió que “a las mujeres les va bien” ahora mismo.
Sus declaraciones se dan en el contexto del proceso de confirmación del juez Kavanaugh, quien enfrenta varias acusaciones de abuso sexual. “Nunca había visto nada como lo que está pasando con respecto al juez Kavanaugh”, dijo. Y es que en los últimos días, la presión no ha hecho más que aumentar, empezando por ex compañeros de universidad, quienes acusan al juez de haber mentido bajo juramento sobre su vida en el campus.
Estados Unidos está viviendo un proceso histórico en el que se unen motivaciones e intereses políticos con el movimiento social #MeToo, poniendo en primera plana el debate sobre acoso sexual por parte de hombres con poder.
Entre los últimos hechos revelados por varios medios sobre el pasado turbulento del juez, está un informe policial de una pelea de bar iniciada por Kavanaugh, y las declaraciones de amigos que dicen que bebía más de lo que reconoció ante el Senado.
Todo eso podría ser investigado por el FBI, agencia al mando de la pesquisa que Trump se vio obligado a reabrir después del dramático voto en el Senado del pasado viernes.
Los demócratas esperan que los datos que surjan de la investigación del FBI terminen de convencer a los republicanos que dudan de si apoyar a Kavanaugh o no, especialmente si mintió sobre su pasado. En ese sentido, Trump confesó que “no sería aceptable” haber mentido al Congreso.
“Creo que habrá un voto a finales de esta semana, y que será un voto positivo. Pero dependerá de lo que venga del FBI. El FBI está trabajando, está trabajando muy duro. Veremos qué pasa”, dijo el mandatario.
La presión contra la confirmación de Kavanaugh no afloja. Para hoy están previstas manifestaciones. El rechazo popular obligó a la Universidad de Harvard a cancelar la clase sobre Tribunal Supremo que debía dar Kavanaugh en su facultad. Hillary Clinton, ex candidata demócrata a la presidencia, se unió oficialmente a la resistencia contra el juez y comentó que “hay mucho de qué preocuparse” en este caso.