Miami.— Las crisis políticas al expresidente Donald Trump “lo favorecen, lo fortalecen”, señala a EL UNIVERSAL el politólogo Hernán Molina. Los escándalos, las acusaciones, “ponen a Trump como pez en el agua y mientras más dramático todo, mejor. Basta mirar que sus ratings no bajaron ahora que lo ficharon”.
Después que el pasado 13 de junio Trump se presentó voluntariamente en la Corte Federal de Miami, a la vista del mundo entero, para ser acusado formalmente de 37 cargos —de los que se declaró no culpable— por los documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca, las nuevas encuestas marcan que sigue siendo el favorito para la candidatura republicana a la presidencia, con miras a las elecciones de 2024.
Hasta ahora, son 14 las figuras del Partido Republicano que han anunciado su participación en las primarias del partido por la candidatura presidencial. Los temas no son muy diferentes a 2016 y 2020: migración, seguridad fronteriza, economía, desempleo e inflación, entre otros.
De estos 14, a menos que suceda algo extraordinario, en realidad son cuatro los que están realmente en la competencia. “Una competencia agónica”, señala Molina, “porque mientras Trump esté en la terna, ninguno de los demás tiene una oportunidad real”.
De acuerdo con RealClearPolitics, que saca un promedio a partir de cinco encuestas de alto perfil, Trump aventaja por mucho, con 53.2%; le sigue un impetuoso Ron DeSantis, gobernador de Florida, con 22.4% y quien no ha sacado mucho la cabeza a pesar de que la corte que procesa a Trump por el caso de los documentos está en su estado.
Luego, la brecha se abre aún más, Nikki Harley, exgobernadora de Carolina del Sur, tiene 4.4% y Mike Pence, exvicepresidente de Estados Unidos, en fórmula con el propio Trump para la campaña de 2020, tiene apenas 3.8%. Otra encuesta nacional, difundida el domingo por NBC News, revela que 51% de republicanos votaría por Trump en las primarias, mientras que 22% lo haría por DeSantis. Muy por detrás figuran Pence, con 7% de intención de voto y Haley, con 4%.
“El desafío que tienen es cómo despegarse de Trump y decir que son mejores, cuando han sido aduladores, se han quedado callados, lo han defendido. ¿Ahora van a venir a decir que no era un buen presidente?”, cuestiona Molina. “No sé cómo van a lograr separar sus palabras de Trump, especialmente con la base de seguidores de Trump”, añade.
Trump fue el primero en anunciar su candidatura republicana desde su mansión en Mar-a-Lago, en Florida, después de que se dieron a conocer los resultados de las pasadas elecciones de medio término, el 15 de noviembre de 2022. Gran parte de los malos resultados de la contienda para los republicanos se le achacaron a Trump.
A pesar de todo y aun después de la comparecencia que se llevó a cabo en la Corte Federal de Miami por los papeles clasificados y ultrasecretos que el FBI tuvo que sacar de su mansión de Mar-a-Lago, porque aparentemente no quería entregarlos, Trump sigue siendo, por mucho, el precandidato a vencer.
A DeSantis lo impulsó su reelección a gobernador, que logró con 73% de los votos. “Tiene experiencia ejecutiva, pero aun así uno de sus problemas es que la base que sigue a Trump no lo acepta y difícilmente le tomarían la mano”, dice Molina.
De momento es la única mujer que ha decidido contender por la candidatura republicana a la presidencia. Hija de migrantes indios, se convierte en parte de una primera generación nacida en el país. Al igual que DeSantis, posee experiencia ejecutiva y electoral como exgobernadora de Carolina del Sur y cuenta con una importante exposición internacional, al haber sido embajadora ante la Organización de Naciones Unidas (ONU). “Pero no la toman muy en serio y no la ven como posible presidenta del país”, dice Molina.
Pence, una “mala copia”
¿Y Pence? Molina es claro. “Más parece una mala copia de su exjefe Trump”.
Se le reconoce como un viejo lobo de mar en lo que se refiere a la política estadounidense. Fue gobernador de Indiana, líder en la Cámara de Representantes y vicepresidente de Estados Unidos. “Con esas credenciales cualquiera pensaría que es el siguiente, pero sus actuales diferencias y críticas a Trump lo han bajado de la plataforma de votos republicanos”, asegura el experto.
Sin embargo, para los moderados es quien evitó que Trump se saliera con la suya e impidiera la certificación de Joe Biden.