El presidente estadounidense, Donald Trump, lamentó ayer las vidas “destrozadas” por acusaciones que podrían ser falsas, después de que dos de sus colaboradores de la Casa Blanca dimitieran en medio de acusaciones de violencia doméstica.
El gobierno de Trump, y en particular el jefe de personal, John Kelly, han sido criticados con dureza por su forma de manejar estas denuncias, que llegan en medio de un debate nacional sobre conductas sexuales inapropiadas y cómo deben ser tratadas.
“Las vidas de algunos están siendo destrozadas y destruidas por una mera acusación”, tuiteó ayer Trump. “Algunas son verdaderas y otras, falsas. Algunas son viejas y otras, nuevas. No hay recuperación para alguien acusado falsamente —la vida y la carrera se han ido—. ¿Ya no existe eso del debido proceso?”, prosiguió.
El comentario del presidente, acusado también de abusos, llega después de que dimitiera el viernes el redactor de discursos de la Casa Blanca David Sorensen, tras haber negado acusaciones de su esposa.
Y también tras la renuncia el miércoles del secretario de personal Rob Porter, después de que se hicieran públicas las denuncias por abuso de dos ex esposas. Trump no sólo creyó la versión de Porter, sino que le agradeció “el muy buen trabajo” realizado en la Casa Blanca y le deseó “una maravillosa carrera” en el futuro.
Antes, el presidente respaldó a Roy Moore, el republicano de Alabama que perdió la carrera para llegar al Senado estadounidense en medio de denuncias de acoso. Apoyó también al ex director ejecutivo de Fox News, Roger Ailes, quien murió en medio de acusaciones de acoso. Y después llamó “buena persona” a Bill O’Reilly, un popular presentador de Fox que fue despedido tras reportes de que pagó por reclamos de acoso.
Trump ha negado también vociferantemente su culpabilidad en al menos 19 casos en los que ha sido acusado de abuso o acoso sexual.
Por otra parte, el mandatario defendió su decisión de no difundir un memo demócrata clasificado que busca refutar un documento republicano crítico con la investigación del Buró Federal de Investigaciones (FBI) sobre la supuesta intromisión rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Los demócratas en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes le enviaron el lunes el memo a Trump para replicar al texto republicano publicado la semana anterior. Pero en Twitter, el mandatario dijo que “los demócratas enviaron un memo de respuesta muy político y largo”, y que “ellos sabían que por fuentes y métodos [y más] debía ser muy editado, tras lo cual culparían a la Casa Blanca de falta de transparencia. Les dije que lo rehagan y lo envíen nuevamente de manera apropiada”.
Según explicó el viernes el abogado de Trump, Don McGahn, el mandatario quería desclasificar el memo, pero no pudo hacerlo porque contiene muchos pasajes clasificados y sensibles.
Los demócratas criticaron la decisión de Trump de no difundir el memo, que tuvo lugar cinco días después de que el Comité de Inteligencia de la Cámara votara por enviárselo. El representante Adam Schiff, el demócrata de más alto rango en ese comité, dijo que el memo demócrata demuestra que el FBI actuó correctamente al buscar aval judicial para permitir la vigilancia de un ex asesor del equipo de campaña del presidente.
“Esperemos que este asunto pueda resolverse rápidamente para que la comisión pueda regresar a su materia: investigar exhaustivamente la interferencia rusa en nuestra elección y el rol de la campaña de Trump, y qué medidas deben tomarse para protegernos de la injerencia exterior en la próxima elección”, indicó.
Tres prioridades. Trump habló también de migración. Señaló, en Twitter, que las tres prioridades de su administración para un “sistema migratorio seguro, moderno y legal son: asegurar por completo la frontera, poner fin a la migración en cadena y cancelar la lotería de visas”, y afirmó que los republicanos quieren arreglar mucho más que los demócratas el programa DACA que protege de la deportación a los migrantes que llegaron de niños a EU.