El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes que el 13 de noviembre recibirá a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en la Casa Blanca.
"Él (Erdogan) va a venir como invitado el 13 de noviembre ", dijo en Twitter el mandatario estadounidense.
La noticia sobre la visita de Erdogan se produce mientras el Ejército turco se prepara para lanzar una operación militar en el noreste de Siria contra milicias kurdas, que Ankara considera terroristas y que fueron uno de los aliados más fieles de Washington en la lucha contra el Estado Islámico (EI).
Al anunciar la visita de Erdogan , Trump consideró que la relación con Turquía , miembro de la OTAN y socio comercial de Estados Unidos, ha sido "muy buena".
"Y recuerden, muy importante, que Turquía es miembro importante de buena reputación en la OTAN ", subrayó Trump.
El mandatario también recordó la liberación en octubre de 2018 del estadounidense Andrew Brunson , un pastor evangélico que llegó a enfrentarse a 35 años de cárcel en Turquía por acusaciones de espionaje y terrorismo relacionadas con el fallido golpe de Estado de 2016 contra Erdogan .
Las relaciones entre Ankara y Washington han sufrido varios altibajos en los últimos años, especialmente desde la fallida asonada de 2016, ya que Turquía reclama la extradición del predicador turco Fethullah Gülen , al que Erdogan culpa del golpe de Estado y que vive en Pensilvania (Estados Unidos).
El tono empleado hoy por Trump para referirse a Turquía fue muy diferente al de este lunes, cuando afirmó en Twitter: "Si Turquía hace algo (contra los kurdos) que yo, en mi gran e inigualable sabiduría, considero que está fuera de los límites, destruiré y aniquilaré totalmente la economía de Turquía ".
El domingo por la noche, después de una conversación telefónica con Erdogan , Trump anunció en un comunicado la salida de las tropas estadounidenses del norte de Siria ante la inminente operación militar de Turquía. Según la Casa Blanca, solo quedan 50 efectivos estadounidenses en suelo sirio.
La decisión de Trump ha provocado críticas tanto desde la oposición demócrata como desde su propia formación política, el Partido Republicano.
