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Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que está listo para provocar una nueva paralización del gobierno si los demócratas no apoyan su proyecto de seguridad fronteriza, que incluye la construcción de un muro en el sur. Además, dijo que cruzar la frontera del país ilegalmente tiene consecuencias, “ya sea con o sin niños”.
“Estaría dispuesto a cerrar el gobierno si los demócratas no nos dan los votos para la seguridad fronteriza, que incluye el muro”, tuiteó el magnate. “Tenemos que deshacernos de la lotería, el arresto y la liberación, etc, y finalmente ir hacia a un sistema de inmigración basado en el mérito”, continuó, refiriéndose en particular al sistema de lotería para conceder la residencia permanente en el país. El mandatario estadounidense también quiere limitar la reunificación familiar.
“¡Necesitamos que grandes personas vengan a nuestro país!”, concluyó el magnate. Este año, el gobierno de Estados Unidos cerró en dos ocasiones por breves periodos.
Trump promulgó el proyecto de ley de financiación del gobierno federal el 23 de marzo, pero este compromiso aprobado por el Congreso entre republicanos y demócratas, que no satisfizo al presidente y amenazó con no firmarlo, es válido sólo hasta el 30 de septiembre. El republicano había pedido 25 mil millones de dólares para la valla, pero sólo obtuvo mil 600 millones de dólares para levantar cercas y renovar algunas decenas de kilómetros.
También ayer el mandatario tuiteó: “Hay que comprender que hay consecuencias cuando la gente cruza nuestras fronteras, ya sea con o sin niños [y muchos están simplemente usando niños para sus propios siniestros propósitos]”.
La Casa Blanca ha sido objeto de numerosas críticas desde que el pasado abril decidiera adoptar una política de “Tolerancia Cero” contra los inmigrantes que entraban al país irregularmente por la frontera con México, medida que finalmente fue suspendida a mediados del mes pasado por las enormes críticas recibidas. Diversos representantes del gobierno reconocieron que el propósito de esta norma era disuasorio, ante la incapacidad de Trump de construir un muro fronterizo con México o de endurecer las leyes por no contar con los apoyos necesarios en el Congreso, pese a que los republicanos controlan ambas cámaras.
“El Congreso debe actuar para arreglar la peor y más tonta legis-lación migratoria en todo el mundo”, añadió el presidente en su mensaje, que concluía con un lacónico: “Vota R”, en aparente referencia a los republicanos.
Debido a la política de “Tolerancia Cero”, cerca de 3 mil menores fueron separados de sus padres; sin embargo, ante una demanda de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), el juez federal Dana Sabraw determinó que esta norma era contraria a la ley y ordenó al gobierno a proceder a la reunificación de las familias. El pasado jueves, no obstante, se cumplió el plazo dado por el juez y aunque la administración ha logrado reunir a mil 820 familias, según cifras oficiales, aún falta por conocerse el futuro de 711 menores.
Sabraw criticó el pasado viernes que no se haya conservado un registro que ayudara a contactar al resto de los inmigrantes. Además, ACLU también deberá recibir una lista de los 120 padres que renunciaron a su derecho de reunificación, porque quieren cerciorarse de que hayan comprendido lo que esto implica.