Washington.— Las autoridades de Estados Unidos comenzaron ayer a aplicar la normativa del gobierno para denegar el asilo a los indocumentados en la frontera sur que hayan pasado por México u otros países sin haber pedido ahí esta protección, tras el espaldarazo a esta medida que dio el miércoles el Tribunal Supremo.
Una portavoz de la agencia perteneciente al Departamento de Seguridad Nacional que se ocupa de los casos de asilo dijo que la política será retroactiva al 16 de julio, cuando se anunció la normativa.
“La decisión significa que los demandantes de asilo que vengan a EU a través de un tercer país deben primero solicitar el asilo ahí antes de que se les conceda en la Unión Americana”, explicó la experta Elora Mukherjee, directora de la Clínica de Derechos de Inmigrantes de la Escuela de Leyes de Columbia.
El Supremo dio luz verde el miércoles de forma temporal al presidente Donald Trump para denegar el asilo a los indocumentados, en su mayoría centroamericanos, en la frontera.
El comisionado interino del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, Mark Morgan, dijo que la decisión representaba una “gran victoria” del gobierno republicano en sus esfuerzos por contener la llegada de los indocumentados. Los migrantes con solicitudes válidas “deberían pedir ayuda y asilo en el primer país al que llegan”, expresó Morgan en Fox News.
“Nuestra Corte Suprema está sentenciando a la gente a muerte. Y no hay garantías, no hay instituciones que paren esta crueldad”, indicó la organización de ayuda a los migrantes Al Otro Lado. La directora del programa de México de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Maureen Meyer, recordó que la decisión es temporal hasta que otras cortes de menor instancia determinen si la política es legal o no.
Entretanto, los funcionarios de EU “tienen poder para rechazar a cualquier solicitante de asilo en la frontera sur que haya pasado por otros países que tienen un sistema funcional de asilo, es decir, México, Guatemala o cualquier otra nación”, puntualizó Meyer.
“Espero que la judicatura ayude a proteger a los solicitantes de asilo porque la decisión del Supremo los pone en riesgo”.
México rechaza medida. El secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, señaló que no coincide con la resolución del Supremo de EU. “Es un asunto de Estados Unidos. Desde luego que no coincidimos”, dijo.
Recordó: “Nuestra política de refugio y de asilo es una tradición de México y no implementaríamos ese tipo de restricciones ni sería algo en lo que hubiera consenso”.
En otro tema, aseguró que el país llevará a cabo acciones legales tras la muerte de un migrante mexicano que se encontraba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). “Estamos a la espera de conocer cuál es el reporte, qué sucedió y vamos a tomar todas las acciones legales correspondientes”, aseguró el canciller. “Hemos estando en contacto con Reyna Torres, la cónsul en Chicago sobre este caso, ella está muy presente”, dijo
Entretanto, el ICE defendió su actuar de hacer cumplir las leyes migratorias de la Unión Americana, para mantener segura a esa nación. “Los oficiales de ICE son agentes policiales federales juramentados que hacen cumplir las leyes migratorias de EU creadas por el Congreso para mantener a este país seguro (...) Nos preocupa grandemente cuando grupos de defensa, ciudadanos y políticos comparten y apoyan información incorrecta y engañosa sobre nuestra misión que es una parte vital de la seguridad nacional y la seguridad ciudadana”, señaló la agencia en una carta. Con información de Alberto Morales, Misael Zavala y Ariadna García