El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, denunció el sábado la violencia y los “actos de antisemitismo” durante manifestaciones a las afueras de una reunión de la OTAN en Montreal.
“Debe haber consecuencias, y los alborotadores deben rendir cuentas”, publicó Trudeau en X. “Lo que vimos anoche en las calles de Montreal fue espantoso”.
“Los actos de antisemitismo, intimidación y violencia deben ser condenados dondequiera que los veamos”, prosiguió el gobernante.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebraba el viernes su asamblea parlamentaria en la metrópoli quebequesa, y las manifestaciones organizadas ese día por grupos propalestinos y anticapitalistas pretendían denunciar la alianza transatlántica.
Se incendiaron vehículos, se rompieron vidrieras y los manifestantes lanzaron bombas de humo y objetos metálicos, según la policía, que reportó tres detenciones.
La tensión aumentó cuando los manifestantes quemaron una efigie del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, entre la multitud, informaron los medios de comunicación locales.
Los agentes utilizaron sustancias químicas irritantes y porras para dispersar la manifestación, de unas 800 personas.
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Uno de los manifestantes, en declaraciones a la emisora pública Radio-Canadá, acusó a la policía de una respuesta violenta y dijo que había múltiples heridos.
Señaló que la protesta pretendía en parte denunciar “la complicidad de la OTAN con el ejército israelí mientras lleva a cabo un genocidio en Gaza”, lanza ataques en Líbano y Siria y ocupa los territorios palestinos.
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