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Más mercenarios del contratista militar Wagner de Rusia llegaron a Bielorrusia este lunes, dijo un grupo de monitoreo, continuando su reubicación en la exnación soviética luego del motín de corta duración del mes pasado.
Belaruski Hajun, un grupo activista bielorruso que monitorea los movimientos de tropas en Bielorrusia, dijo que un convoy de unos 20 vehículos con banderas rusas e insignias de Wagner ingresó al país el lunes con dirección a un campamento que las autoridades bielorrusas habían ofrecido a la empresa.
El grupo dijo que era el tercer convoy de Wagner que ingresaba al país desde la semana pasada.
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, quien negoció un acuerdo que puso fin a la rebelión del mes pasado lanzada por el jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, ha dicho que las fuerzas armadas de su país podrían beneficiarse de la experiencia de combate de los mercenarios.
El viernes, la televisión estatal de Bielorrusia transmitió un video de instructores de Wagner entrenando a las fuerzas de defensa territorial de Bielorrusia en un campo de tiro en la región de Asipovichy, donde se encuentra un campamento ofrecido a Wagner.
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Grupo Wagner hace una “marcha de la justicia” para expulsar al ministro de Defensa
Un canal de aplicaciones de mensajería bielorruso alegó la semana pasada que Prigozhin pasó una noche en el campamento cerca de Tsel, a unos 90 kilómetros (unas 55 millas) al sureste de Minsk, y publicó una foto de él en una tienda de campaña.
En la revuelta que comenzó el 23 de junio y duró menos de 24 horas, los mercenarios de Prigozhin barrieron rápidamente la ciudad de Rostov-on-Don, en el sur de Rusia, y capturaron el cuartel militar allí sin disparar un solo tiro, antes de conducir a unos 200 kilómetros (125 millas) de Moscú. Prigozhin lo llamó una “marcha de la justicia” para expulsar al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al jefe del Estado Mayor, el general Valery Gerasimov, quienes exigieron que Wagner firmara contratos con el Ministerio de Defensa.
El motín enfrentó poca resistencia y los mercenarios derribaron al menos seis helicópteros militares y un avión del puesto de mando, matando al menos a 10 aviadores. Prigozhin ordenó a sus tropas que regresaran a sus campamentos después de llegar a un acuerdo para poner fin a la rebelión a cambio de una amnistía para él y sus hombres, y permiso para mudarse a Bielorrusia. Los términos del trato y el destino de Prigozhin siguen siendo turbios.
El Ministerio de Defensa de Bielorrusia no dijo cuántas tropas de Wagner había en Bielorrusia. Lukashenko dijo anteriormente que dependía de Prigozhin y Moscú decidir mudarse a Bielorrusia. El Kremlin se ha abstenido de hacer comentarios.
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