El presidente brasileño Jair Bolsonaro ya es oficialmente investigado por un caso de noticias falsas.
El Tribunal Supremo Federal de Brasil autorizó la investigación al mandatario por difundir noticias falsas sobre la vulnerabilidad del sistema electoral del país, que había solicitado previamente el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El caso tiene que ver con una serie de alegaciones de Bolsonaro sobre un supuesto fraude electoral que ocurriría en las próximas elecciones presidenciales de 2022.
El TSE pidió al Supremo que investigue si el presidente cometió un delito al atacar el sistema electoral en las redes sociales y amenazar la democracia brasileña.
La autorización fue emitida después de que Bolsonaro incumpliese el plazo para presentar cualquier prueba sobre la veracidad de sus acusaciones.
Bolsonaro, quien se prevé que busque la reelección, ha repetido en numerosas ocasiones que el sistema de votación de Brasil es vulnerable al fraude.
La semana pasada, dijo en la televisión pública que no había forma de comprobar si las elecciones en el país han estado amañadas anteriormente.
Mostró una serie de videos que circulan en internet como supuesta evidencia de fraude en eventos electorales pasados, sosteniendo que la democracia de Brasil estaba en peligro.
"Quiero elecciones el año que viene, pero elecciones limpias, democráticas y sinceras", dijo.
Sin embargo, la veracidad de dichos videos ya fue desmentida por la corte electoral.
Bolsonaro también dijo que podría no aceptar el resultado de las elecciones presidenciales del próximo año si no se cambia el sistema. Durante el fin de semana pasado, simpatizantes del presidente realizaron manifestaciones en varias ciudades respaldándolo.
Sin embargo, sus críticos alegan que Bolsonaro, al igual que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump (de quien se considera un fiel seguidor) está sembrando dudas entre los brasileños para no aceptar una posible derrota electoral.
Bolsonaro ha intensificado su retórica sobre el fraude electoral en un momento en que su popularidad cae en picado por el manejo de la pandemia por coronavirus en el país sudamericano, que supera el medio millón de muertos.
Las encuestas muestran que se encuentra por detrás del expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva en intención de voto, aunque ninguno de los dos ha oficializado todavía su candidatura para 2022.
El pasado marzo, un juez del Supremo anuló las condenas en contra de Lula por corrupción, allanando un posible regreso del líder político a sus 75 años.
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