La máxima instancia judicial civil de Escocia declaró este miércoles legal la suspensión del parlamento británico decidida por el primer ministro conservador Boris Johnson .
El juez Raymond Doherty rechazó la denuncia de 75 parlamentarios proeuropeos para bloquear esta suspensión, denunciada por sus opositores como una maniobra del jefe de gobierno para evitar el bloqueo de un Brexit sin acuerdo.
"Desde mi punto de vista, no hay infracción de la ley", dijo el juez.
La suspensión forma parte del "dominio de la política y de la toma de decisiones y no puede evaluarse con criterios legales sino solamente políticos", añadió,
asegurando que son el parlamento o en última instancia el electorado quienes tienen que decidir.
"Parece que hemos perdido", escribió en Twitter Joanna Cherry , una diputada nacionalista escocesa, pero "vamos a apelar de inmediato".
Boris Johnson desató la polémica la semana pasada cuando decidió suspender el parlamento durante cinco semanas, hasta el 14 de octubre, a solo dos semanas de la fecha prevista del
Brexit. La suspensión fue aprobada por la reina Isabel II.
Reino Unido todavía tiene que determinar otras dos acciones similares.