El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha despedido al general a cargo de gestionar las problemáticas operaciones logísticas del ejército ruso en Ucrania.
El viceministro de defensa Dmitry Bulgakov, de 67 años, fue destituido de su cargo el sábado, informó el Ministerio de Defensa vía Telegram.
El general fue "liberado" y pasará a desempeñar otra función, según el organismo.
Será reemplazado por el coronel general Mikhail Mizintsev, que lideró el brutal asedio de las fuerzas armadas rusas a la ciudad portuaria de Mariúpol.
El general Bulgakov dirigía las operaciones logísticas militares desde 2008 y fue el responsable de mantener abastecidas a las tropas rusas tras su despliegue en Siria en 2015.
Analistas creen que había perdido influencia en Moscú en los últimos meses, y muchos lo señalan como responsable de las caóticas operaciones logísticas que han entorpecido el avance de Rusia y han dejado a sus tropas sin suministros.
En los últimos meses el Kremlin se ha visto obligado a acercarse a Corea del Norte e Irán, dos de los pocos aliados que le quedan, en busca de nuevos suministros de artillería y drones.
El despido del general Bulgakov se produce en un momento en el que circulan imágenes en las redes sociales que muestran a tropas rusas recién reclutadas con rifles de asalto oxidados.
Las voces favorables a la guerra en Rusia han acogido su salida con satisfacción.
El nombramiento del coronel general Mizintsev, a quien Reino Unido impuso sanciones por su papel al mando del asedio de Mariupol, probablemente será bien recibido por el ala dura de Moscú.
Mizintsev, a quien los ucranianos apodaron "el carnicero de Mariupol", también dirigió las fuerzas rusas en Siria y fue acusado de orquestar una brutal campaña de bombardeos que arrasó la ciudad de Alepo.
Cuando anunció las sanciones a este militar, la oficina de Relaciones Exteriores del Reino Unido lo acusó de haber usado "tácticas reprensibles" y cometido "atrocidades" en los conflictos de Ucrania y Siria.
El relevo ordenado por Putin llega tras publicarse informes que señalan que el presidente ruso se ha hecho cargo personalmente de las tareas de guerra y ha comenzado a dar órdenes a los generales en Ucrania.
Funcionarios estadounidenses declararon a CNN que la cada vez más "disfuncional estructura de mando" en Moscú ha obligado a Putin a asumir un papel más activo en la guerra.
El mes pasado, funcionarios de defensa de Reino Unido sugirieron que el líder ruso había apartado a su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, después de que altos funcionarios del Ministerio se burlaran del "liderazgo ineficaz y desfasado" del máximo general.
Mientras, el New York Times afirmó que Putin negó a sus comandantes el permiso para retirarse de la ciudad sureña de Jersón, donde las tropas ucranianas avanzan lentamente.
Citando fuentes de inteligencia de EU, el diario indicó que su negativa a considerar una retirada había bajado la moral entre las tropas rusas en la ciudad, que en gran medida están aisladas de sus líneas de suministro y dependen de una serie de puentes de barcas para reequiparse.
Más personas han sido arrestadas por las autoridades en Rusia en las protestas contra la nueva "movilización parcial".
La organización OVD-Info contabilizó 724 nuevos detenidos el sábado en 32 ciudades, después de que se reportaran más de un millar en los pasados días.
El anuncio del presidente Vladimir Putin de reclutar a 300.000 hombres para luchar en Ucrania ha desatado protestas generalizadas.
Las manifestaciones no autorizadas están prohibidas por la ley rusa.
En Moscú la agencia de noticias AFP destacó la frase "no somos carne de cañón" que gritó una manifestante al ser arrestada.
Y en San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, un hombre declaró a los periodistas: "no quiero ir a la guerra por Putin".
Natalya Dubova, de 70 años, expresó su oposición a la guerra y confesó a AFP que tenía "miedo" de que los jóvenes fueran enviados al frente.
Algunos de los arrestados el sábado aseguraron haber recibido documentos preliminares que les exigían presentarse en los centros de reclutamiento al ser capturados por los agentes de seguridad.
El Kremlin reconoció esta semana el reclutamiento forzoso de manifestantes, que defendió con el argumento de que "no va en contra de la ley".
Moscú también ha aprobado nuevos y severos castigos para aquellos ya reclutados a quienes se acusa de negligencia en el cumplimiento del deber.
Putin firmó nuevos decretos el sábado que imponen condenas de hasta 10 años de prisión a cualquier soldado que sea sorprendido rindiéndose, intentando desertar del ejército o negándose a luchar.
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