Adana, Turquía.— Mientras los equipos de rescate liberan todavía a supervivientes del terremoto de hace una semana, que ha dejado en Turquía más de 33 mil muertos, la justicia turca ha emitido más de un centenar de órdenes de detención por negligencia en la construcción de edificios derrumbados.

Los últimos balances hablan de 33 mil 179 fallecidos (29 mil 605 en Turquía y 3 mil 574 en Siria), por el terremoto más violento en la región desde hace 80 años.

Casi 150 mil personas han sido evacuadas de las 10 provincias afectadas y 233 mil trabajan en las labores de rescate con más de 12 mil vehículos y maquinaria. Las últimas cifras de heridos dadas por el gobierno turco superan los 80 mil.

Aunque ya han pasado más de seis días desde el temblor, en las últimas 24 horas se ha logrado salvar a más de una decena de personas, desde una niña de tres años hasta una anciana de 85, quienes habían pasado entre 140 y 155 horas bajo los escombros. Casi 10 mil expertos han llegado de otros países para ayudar en el rescate, entre ellos mexicanos.

Setenta aviones y 167 helicópteros ayudan también en la asistencia a las víctimas y más de 300 cocinas móviles, 33 hornos de pan móviles y 83 instalaciones de lavabos han sido trasladados a la región de momento, agrega el organismo.

La zona afectada abarca más de 100 mil kilómetros cuadrados (una superficie mayor a la de Portugal) y alberga aproximadamente a 10 millones de personas.

Mientras que las cifras de muertos siguen aumentando, las fuerzas de seguridad turcas han detenido a por lo menos una docena de personas, entre ellas constructores, arquitectos y aparejadores relacionados con algunas de las decenas de miles de edificios destruidos o gravemente dañados en los sismos de magnitud 7.8 y 7.6 del lunes.

Estas detenciones son los primeros pasos del Estado para depurar responsabilidades en un momento en el que arrecian las críticas por la baja calidad de las viviendas, algo que no pocos achacan a la corrupción y a los escasos controles.

La Fiscalía turca emitió más de 100 órdenes de detención contra sospechosos de negligencia en la edificación de inmuebles y ha creado una unidad especializada de investigación. El vicepresidente de Turquía, Fuat Oktay, dijo el domingo que las autoridades habían identificado hasta ahora a 131 personas sospechosas de ser responsables del derrumbe de algunos de los miles de edificios caídos.

Muchos en Turquía están frustrados porque las operaciones de rescate se han llevado a cabo con una lentitud dolorosa y porque se ha perdido un tiempo valioso para encontrar personas con vida bajo los escombros.

Otros, particularmente en la provincia sureña de Hatay, cerca de la frontera con Siria, dicen que el gobierno turco retrasó la entrega de asistencia a la región más afectada, supuestamente por razones tanto políticas como religiosas.

“Durante tres días esperé afuera por ayuda. Nadie vino. Había tan pocos equipos de rescate que sólo podían intervenir en lugares donde estaban seguros de que había personas vivas”, dijo Elif Busra Ozturk, residente de Adiyaman, en el sureste turco, y quien esperaba noticias de su tío y su tía, quienes quedaron atrapados bajo los escombros del edificio donde vivían.

Por años, los expertos advirtieron que muchos inmuebles nuevos en Turquía eran inseguros, debido a la corrupción endémica y políticas del gobierno que, en aras de impulsar la construcción, permitieron a contratistas saltarse normas. En mayo hay elecciones presidenciales y el terremoto puede afectar al presidente Recep Tayyip Erdogan, quien busca la reelección.

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