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Había sido calificado de inútil pero se volvió indispensable: el porte de la mascarilla para frenar el coronavirus se generaliza en el mundo a medida que este empieza a desconfinarse.
Este es un panorama mundial de las consignas dadas por las autoridades en el mundo.
Más de 50 países exigen ahora a sus ciudadanos que se cubran parte del rostro cuando salen de casa, sobre todo en el transporte público y en los comercios.
En América Latina, taparse la nariz y la boca es obligatorio en los lugares públicos en Colombia, Ecuador, Venezuela, Salvador y Cuba. En Argentina, Uruguay y Chile, la regla concierne los transportes, los comercios y ciertos lugares cerrados de acceso público. La mascarilla será obligatoria en Honduras a partir del 3 de mayo.
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En África, Camerún impuso el porte de la mascarilla el 9 de abril y le siguieron Gabón, Guinea, Ruanda, Guinea Ecuatorial, Zambia, Etiopía, Liberia, Sierra Leona, Kenia, Burkina Faso, Angola y Benín. Otros como Sudáfrica y Nigeria se sumarán a principios de mayo.
Pero en algunos países, la regla está lejos de ser respetada sistemáticamente, por escepticismo o falta de mascarillas.
Por ejemplo, Chad, que había decretado su porte obligatorio, dio marcha atrás debido a su escasez.
En otros países, quienes violan la regla corren el riesgo de ser arrestados, como en Liberia y Guinea.
En Europa, el uso de mascarillas se impuso en público en Bulgaria, Georgia, Luxemburgo, Polonia, República Checa y Ucrania. Pero se limita a los lugares públicos cerrados, los transportes y los comercios en Austria, Eslovenia, Rumania y Lituania.
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En Francia, será obligatoria en los transportes a partir del 11 de mayo y recomendada para hacer la compra. En Alemania, el uso obligatorio de mascarillas o fulares será extendido al conjunto del transporte público y comercios.
En Oriente Medio, Israel, Líbano, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos optaron por esta medida en los espacios públicos. Catar la limita al lugar de trabajo y a determinados comercios, así como Turquía.
En Pakistán, varias aglomeraciones y provincias declararon la mascarilla obligatoria, si bien el gobierno federal solamente la recomienda. Pero muchos las reutilizan o emplean mascarillas inapropiadas.
En China, no hay una consigna general, pero cubrirse la boca y la nariz se exige en algunas circunstancias, sobre todo en los lugares públicos atestados.
Indonesia aconseja encarecidamente a sus ciudadanos llevar mascarillas en el exterior, pero solo es obligatorio en determinadas regiones. Las mismas disposiciones se dan en Brasil, México e India.
En Rusia, el uso de la mascarilla se recomienda a escala nacional y es obligatorio en algunas regiones, pero no en Moscú.
En Italia, solamente Lombardía, la región más afectada por la epidemia, impone cubrir la nariz y la boca en el exterior. En el resto del país, es opcional, salvo para algunos grupos de personas.
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Muchas metrópolis como Delhi, Manila, Lagos, Kinshasa, Nueva York y Bombay exigen una protección.
La mascarilla se aconseja en países como Bolivia, Tanzania, Bangladesh, Túnez, República Centroafricana, Maldivas, Jordania y Malí.
En Europa, es recomendada en Estonia y Grecia.
En España, el porte está recomendado cuando no es posible respetar las distancias de seguridad en el trabajo, las tiendas, los espacios cerrados y la calle. Diez millones de mascarillas fueron distribuidas en el transporte público el 13 de abril, cuando muchos empleados volvieron al trabajo.
En Asia Central, se recomienda en general el porte de mascarilla, salvo en Uzbekistán, donde es obligatorio.
En muchos países de Asia, el uso de mascarillas es una costumbre anclada en la sociedad, por ejemplo durante la gripe invernal y la fiebre del heno en primavera. Su empleo durante la covid-19 fue automático.
Es el caso de Corea del Sur y Japón, donde sin embargo hubo escasez debido a la fuerte demanda.
En Afganistán, donde se recomienda la mascarilla, se lleva mucho en las ciudades, incluido en las mezquitas. Ya era utilizada antes para protegerse de la contaminación y por las mujeres para cubrirse el rostro.
Una treintena de países (Canadá, Arabia Saudita, países escandinavos, Australia, Nueva Zelanda...) dejan total libertad a sus ciudadanos.
Varios países africanos (Malaui, Botsuana, Comoras, Lesoto, Namibia, Burundi, Somalia, Sudán del Sur, Yibuti, Eritrea, Uganda) y europeos (Holanda, Reino Unido) no emitieron ninguna consigna.
En Irlanda, el gobierno estima que el porte no ayuda probablemente en nada, salvo si se está enfermo.
