Tegucigalpa.— La captura ayer del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández en Tegucigalpa a petición de Estados Unidos, que lo acusa de tres delitos asociados al narcotráfico, marca el inicio de su extradición a ese país, donde su hermano Juan Antonio Tony Hernández cumple una cadena perpetua.

En una operación dirigida por el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, bajo un riguroso dispositivo de seguridad, Hernández fue capturado en el portón principal de su casa y de inmediato se le colocó un chaleco antibalas, fue esposado de manos y pies y llevado a una unidad especial de la Policía Nacional. La captura se produjo tiempo después de que el juez natural Edwin Ortez, designado por la Corte Suprema de Justicia, dictó la orden de detención.

El exmandatario salió caminando por el portón principal de su casa, en la zona residencial exclusiva de San Ignacio, en el oriente de Tegucigalpa. La solicitud de “arresto provisional de un político hondureño con el propósito de extradición” fue hecha el lunes por la embajada de EU en Tegucigalpa.

Luego de que el lunes trascendió la solicitud de EU, centenares de policías y militares montaron un dispositivo de seguridad como medida preventiva para evitar una eventual fuga del exgobernante, quien a primeras horas de ayer anunció que estaba “presto y listo para colaborar” a entregarse a las autoridades. Horas más tarde, el Supremo designó al magistrado Edwin Ortez para que conociera de la petición de EU hecha a través de la cancillería en Tegucigalpa.

De su casa, Hernández fue llevado en un vehículo hasta una estación especial de la Policía Nacional, donde permanecerá recluido mientras se define su situación. La primera audiencia de Hernández ante el juez natural que conoce la causa será el miércoles hacia las 10:30 horas locales (16.30 GMT), informó una fuente judicial.

EU acusa a Hernández de tres cargos: el primero por “conspiración para importar una sustancia controlada a Estados Unidos”, con el “conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente a EU” a aguas, “a una distancia de 12 millas de la costa” del país norteamericano. Además, se le acusa de “fabricar, distribuir y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en EU”. El segundo cargo es por “usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión” de “ametralladoras y dispositivos destructivos”.

Las armas y los dispositivos destructivos serían “en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos de los que se le acusa en el cargo uno”. El cargo tres se refiere a una “conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos”.

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