El operador de la central nuclear de Fukushima inició el martes una complicada prueba para retirar una pequeña cantidad de residuos radioactivos de esta planta japonesa devastada por un terremoto y un tsunami en 2011.
La "operación piloto de extracción", aplazada en agosto por problemas técnicos, empezó este martes y se alargará durante dos semanas, señaló la empresa Tokyo Electric Power Company (TEPCO).
La pequeña muestra que se pueda extraer se analizará para conocer la situación dentro de los reactores dañados, un paso clave para el desmantelamiento de la central Fukushima Daiichi.
La planta quedó destruida el 11 de marzo de 2011 por un tsunami desencadenado por un terremoto de magnitud 9, en el que es uno de los peores accidentes nucleares de la historia.
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En su interior hay unas 880 toneladas de peligroso material radioactivo, cuyo retiro es el principal desafío para el proyecto de desmantelamiento de la central, que durará décadas.
TEPCO tenía previsto lanzar esta prueba el 22 de agosto con el objetivo de obtener tres gramos de este material, pero la aplazaron tras detectar un problema en la instalación del equipo necesario para llevar a cabo el procedimiento.
Tres de los seis reactores de Fukushima estaban operativos cuando tuvo lugar el tsunami, que destruyó sus sistemas de refrigeración y provocó su fusión.
El combustible y otro material fundido en esas tres unidades se solidificó y generó unos residuos tan altamente radioactivos que TEPCO tuvo que desarrollar unos robots especiales que puedan operar en esas condiciones.
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Hace casi un año, TEPCO empezó a verter el agua acumulada dentro de la central al océano Pacífico tras un tratamiento para eliminar casi todas las sustancias radiactivas.
Esa medida provocó una riña diplomática con China y Rusia, que prohibieron la importación de productos marinos de Japón.
Tokio defiende que la descarga es segura, un punto de vista respaldado por la agencia de energía atómica de la ONU.
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