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París/Buenos Aires.— Trabajadores de todo el mundo conmemoraron ayer el Día Internacional de los Trabajadores con actos y manifestaciones en las que reclamaron mejoras salariales y la reducción del tiempo laboral, en una jornada que apenas registró incidentes violentos pero que se vivió con especial tensión en ciudades como París, Estambul y Buenos Aires.
Los sindicatos argentinos, encabezados por la central peronista CGT, llevaron a cabo movilizaciones contra las reformas emprendidas por el gobierno del presidente Javier Milei, quien difundió un video en X para homenajear y destacar a “esa mayoría silenciosa” de los que trabajan y buscan trabajo y, “sobre todo”, a la “gente de bien”.
En Bogotá, miles de trabajadores salieron a las calles de las principales ciudades colombianas para conmemorar el Día del Trabajo, una movilización a la que se unió en el tramo final el presidente Gustavo Petro, quien buscó convertir la jornada en una demostración de apoyo a las reformas de su gobierno.
En Venezuela, una manifestación convocada por una central obrera crítica del gobierno de Nicolás Maduro estuvo marcada por altercados con simpatizantes del chavismo gobernante en motocicletas.
Miles de personas marcharon también por el centro de Santiago para conmemorar el Día Internacional del Trabajador y pedir salarios y pensiones dignas, entre otras demandas. La concentración principal fue convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el sindicato más mayoritario de Chile, y transcurrió sin incidentes por la Alameda, la principal arteria de la capital.
Por segundo año consecutivo, en Cuba la tradicional manifestación del 1 de mayo dejó la icónica Plaza de la Revolución y miles de personas se concentraron frente al Malecón, un acto que fue presentado como de reafirmación del rumbo socialista de la isla, pero que transcurrió en medio de la peor crisis económica de las últimas décadas.
Grecia vivió una huelga general convocada por los principales sindicatos del país para exigir aumentos de salarios y medidas gubernamentales concretas contra la carestía generalizada.
Las dos grandes centrales sindicales de los sectores público y privado, ADEDY y GSEE, convocaron el paro general para el 1 de mayo después de que el gobierno conservador decidiera trasladar el festivo laboral de ayer al 7 de mayo.
En París, la manifestación sindical unitaria degeneró en disturbios cuando algunos grupos radicales atacaron comercios de la capital, lo que provocó la intervención de las fuerzas del orden que practicaron diversas detenciones. La división entre líderes de diversas corrientes de la izquierda marcaron también las manifestaciones sindicales del 1 de mayo en Francia, con reivindicaciones diversas contra la reforma del seguro de paro o por la reclamación de subidas salariales.
Los principales sindicatos de Italia, CGIL, CISL y UIL, se dieron cita en la ciudad de Monfalcone (norte), los mayores astilleros del país, para denunciar la precariedad laboral y emplazar al gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni a tenerlos en cuenta en sus políticas. “La nuestra es una República fundada en la explotación y en la precariedad”, arremetió el líder del principal sindicato italiano, CGIL, Maurizio Landini.
En Turquía la policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma, y detuvo a más de 200 personas después de que las autoridades prohibieran la manifestación del 1 de mayo en la plaza Taksim. El gobierno desplegó cerca de 42 mil agentes en Estambul para intentar impedir que los manifestantes se congregaran en la plaza donde tradicionalmente se celebra el Día de los Trabajadores. Agencias