Washington.— Decenas de millones de estadounidenses sufrieron temperaturas escalofriantes, ventiscas, cortes de energía y reuniones festivas canceladas ayer, debido a una tormenta invernal que, según los meteorólogos, casi no tiene precedentes en su alcance, exponiendo a alrededor de 60% de la población de Estados Unidos a algún tipo de aviso o advertencia de clima invernal. Además, al menos 14 personas han muerto en accidentes de tránsito en las carreteras de varios estados.
“Más de 240 millones de personas están afectadas por alertas meteorológicas”, dijo el Servicio Nacional de Meteorología (NWS). Las condiciones son muy peligrosas para la circulación, advirtieron las autoridades.
Los cortes de energía han dejado a 1.5 millones de hogares y negocios a oscuras, según el sitio web PowerOutage, que rastrea los informes de servicios públicos. Las empresas de servicios públicos en Nashville, Memphis y en todo el valle de Tennessee dijeron que estaban implementando apagones el viernes para conservar energía mientras la región lucha contra un frente frío extremo. Más de 4 mil 900 vuelos dentro, hacia o desde EU fueron cancelados ayer, según el sitio FlightAware, lo que provocó más caos a medida que los viajeros intentaban llegar a casa para las vacaciones.
La enorme tormenta se extendió de frontera a frontera. En Canadá, WestJet canceló todos los vuelos el viernes en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto, a partir de las 9 de la mañana. Y en México, los migrantes esperaron cerca de la frontera de EU con temperaturas inusualmente frías mientras esperaban una decisión de la Corte Suprema sobre si levantar las restricciones de la era de la pandemia y cuándo hacerlo, que impiden que muchos soliciten asilo.
Los meteorólogos dijeron que un ciclón bomba , cuando la presión atmosférica cae muy rápidamente en una fuerte tormenta, se había desarrollado cerca de los Grandes Lagos, provocando condiciones de ventisca, incluidos fuertes vientos y nieve.
Se esperaba que millones de personas salieran a las carreteras y abordaran vuelos para estas vacaciones de Navidad y Año Nuevo, marcando un retorno a los niveles de movilidad previos a la pandemia. De acuerdo con la Asociación Automovilística Estadounidense (AAA), unas 112 millones de personas tenían previsto conducir al menos 80 kilómetros entre el 23 de diciembre y el 2 de enero. Varios estados, incluidos Nueva York, Oklahoma, Kentucky, Georgia y Carolina del Norte, se declararon en emergencia.
En Oklahoma, al menos dos personas fallecieron en la ruta, según la agencia encargada del manejo de emergencias en este estado. En Kansas City, Missouri, un conductor murió después de derrapar en un arroyo.
Casi 170 adultos y niños se mantenían calientes la madrugada del viernes en Detroit en un refugio y un centro de calentamiento que están diseñados para albergar a 100 personas.
Fuertes nevadas se produjeron en el norte del país, particularmente en la región de los Grandes Lagos. Este sistema de baja presión provoca un fuerte choque entre una masa de aire muy frío proveniente del Ártico y otra tropical que llega desde el golfo de México, lo que hace extraordinaria la situación actual es que la presión atmosférica se desplomó muy rápidamente, en menos de 24 horas.
En Nueva York, mientras que la temperatura todavía rondaba los 10 °C el viernes por la mañana, se esperaba que bajara a -10 °C por la noche. En Chicago, había 20 grados bajo cero, y las temperaturas eran negativas hasta la costa de Texas. Advertencias de frío extremo, tormenta invernal e incluso ventisca fueron emitidas en la mañana para la mayor parte del territorio canadiense, según Environment Canada.
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